jueves, 7 de octubre de 2010

La noche de los feos.


1. Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.

Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.

Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos - de la mano o del brazo - tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas.

Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura.

Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal.

Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente.

La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó.

La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculos mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo.

Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo.

"¿que está pasando)", le pregunté.

Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.

"Un lugar común", dijo. "Tal para cual".

Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.

"Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?"

"Sí", dijo, todavía mirándome.

"Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida."

"Sí."

Por primera vez no pudo sostener mi mirada.

"Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo."

"¿Algo como qué?"

"Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad."

Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas.

"Prométame no tomarme como un chiflado."

"Prometo."

"La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?"

"No."

"¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?"

Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata.

"Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca."

Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico.

"Vamos", dijo.

2. No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse.

Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron.

En ese instante comprendí que debía arrancarme ( y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso.

Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos (al principio un poco tembloroso, luego progresivamente sereno) pasaron muchas veces sobre sus lágrimas.

Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra.

Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble.

Mario Benedetti. (1966)

Plataformas mediáticas 12.0

Por: Darwin Franco Migues

Antes que comprender que los ciudadanos más que ideas o personajes necesitamos cambios sociales reales; los partidos y sus políticos han ideado estrategias mercantiles y mediáticas para posicionarse más y de mejor forma en los medios, confiados -quizá- en que para el año 2012 “la imagen valdrá más que mil palabras”.

La entrega a Televisa del “pastel digital” (llamado legalmente Licitación No. 21) por parte de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), evidenció que, ante la falta de representatividad política, el gobierno ha tenido que someterse a la dictadura del rating. Que Televisa entre al mercado digital (telefonía -fija y celular- e Internet) no sólo expandirá su dominio mediático sino también la posibilidad de llevar a más y nuevos espectros la “política de pantalla”; es decir, la acción política generada no por la ideología o la estrategia política, sino por una visión mediática-mercantil. Este tipo de política es la que el Presidente y su partido (el PAN), buscan desesperadamente.

Tan la buscan que ya han creado sus propios canales, por ejemplo, al convertir a Canal 11 en una extensión de la Comunicación Social del gobierno federal. Un ejemplo claro es la manera abrupta en que desde Presidencia se cortó la señal del canal “sin previo aviso” para poner en su pantalla los nada afortunados “Diálogos por la Seguridad”. Éste fue el primer aviso.

Otro desesperado por “estar a cuadro” es Enrique Peña Nieto, aspirante del PRI a Los Pinos; con éste, Televisa parece tener otros tratos o convenios, pues cada vez es más constante que en sus noticiarios aparezcan “notas periodísticas” de las obras y acciones que hace como gobernador del Estado de México.

Pero también la propia Televisa está creando sus plataformas políticas para intervenir mediática y simbólicamente en la política mexicana; por ello, no es raro que llevara a cadena nacional, a través del Canal 4, su renovado canal de noticias Foro Tv, lugar en donde, y según el pulso de su información, el PRI tendría un recoveco periodístico importante.

Otra plataforma de la televisora, aunque en compañía de Tv Azteca, es la Iniciativa México (IMx), sí, aquella en donde la ciudadana Salma Hayek sale a decirnos que es posible pensar “un país sin pobreza e inseguridad”, como el que ella disfruta en el extranjero.

Las iniciativas finalistas, hasta ahora mostradas en pantalla, dan cuenta de la valía ciudadana que con o sin apoyos es capaz de generar proyectos para cambiar su entorno. Lo lamentable de esto es que las televisoras lucren con “el trabajo ciudadano” a costa de premios efímeros -menores a lo que recibió Salma por el spot que grabó para IMx (2 millones de pesos)- que sólo pretenden dar un claro mensaje: “Si el gobierno no te da, la televisión sí”.

Aún falta mucho para 2012 y recién vemos cómo las propuestas electorales se forjan más en las pantallas que en las acciones y prácticas que culturalmente han acompañado al ejercicio de la política. "Estoy en la tele, luego existo".

SIGUE ESTA COLUMNA EN: www.buzos.com.mx

sábado, 3 de abril de 2010

¿Estrellas del bicentenario?


Por Darwin Franco Migues


En pleno año del bicentenario de la Independencia de México y del centenario de la Revolución Mexicana, lo que parecen ser “buenas intenciones y festejos” no son más que negocios y contubernios en el nombre de la patria.

Eso es lo que sucede con la campaña de Televisa “Estrellas del Bicentenario”, producción que tiene por encomienda mostrar los paisajes más bellos del país; sin embargo, no sólo encandilan la mirada con hermosas mujeres o con lugares paradisiacos sino que buscan eclipsar y ocultar la realidad social del país.

Por ello, posiblemente, se decidió que fueran los estados de Chihuahua, Tamaulipas y Sinaloa, afectados notablemente por el narcotráfico, los que arrancaran la campaña; seguramente -más no ingenuamente- los ejecutivos de Televisa pensaron que de esta forma sería más “efectivo” vender el proyecto a los gobiernos locales desesperados por mostrar una buena imagen de sus estados al exterior.


Entonces, aprovechando la maquinaria mediática, la coyuntura social generada por la lucha contra el narcotráfico y los festejos patrios, salieron pronto a grabar las cosas bellas que no salen en las noticias porque ahí lo que vende es la nota roja y no los promocionales turísticos (¿será?).

Pero el asunto no acaba ahí, pues había que darle mayor protagonismo a los que pagan; entonces, se les ocurrió estrenar no en un programa especial del bicentenario sino en pleno noticiero de Joaquín López Dóriga, hombre que si de algo sabe es de ventas, cada uno de los spots, mismos que serían precedidos por una breve entrevista con los gobernadores de los estados, claro está que -charla breve e informal- nunca versaría sobre la inseguridad o de los nexos de las instancias policiacas y gubernamentales con el crimen organizado, ¡qué va!, lo importante es ser una estrella del bicentenario (a lo Televisa).

Por eso no importa si en las imágenes del desierto de Ciudad Juárez, Chihuahua, no se ven las cruces que yacen ahí, a la espera de justicia; tampoco parece importar que las modelos sólo se acompañen, a manera de adorno visual, de indígenas tarahumaras o mayos -pertenecientes a los estados de Chihuahua y Sinaloa, respectivamente- pues lo valioso es la composición y no la situación marginal de estos grupos indígenas; y ya ni se diga de mostrar en los diversos spots a los habitantes de Reynosa, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Mazatlán o Culiacán, pues no vaya a ser que en sus rostros se muestre la inseguridad con la que viven “afeando” la grabación.

Con lo escrito, no intento menguar la grandeza de los estados mostrados o minimizar a la gente valiente que día a día hace su vida en la forma más normal posible, sino destacar cómo una producción visualmente bella y emotiva esconde detrás el negocio y la encomienda política del “aquí no pasa nada, aquí todo está bien”.

“Estrellas del Bicentenario”, un negocio más del Canal de las Estrellas.


martes, 23 de marzo de 2010

¡Yo no pago para que me peguen!


Darwin Franco Migues

El regaño público que el presidente Felipe Calderón le dio a los medios de comunicación por andar publicando de “a gratis” las narcomantas cuando a él y a las empresas les “cuesta millones” salir en la primera plana, revive aquel dicho presidencial de López Portillo: “No pago para que me peguen”.
La gran diferencia entre aquel dicho y el berrinche o llamada de atención calderonista es que el énfasis no está tanto en el golpeteo político sino en la escasa visibilidad que recibe éste de sus acciones -a pesar de pagarlas- en comparación con la exacerbada promoción -gratuita- que reciben los narcotraficantes para mandar en una manta un mensaje dirigido de “fulano para zutano”, según afirmó el Presidente en Mérida, Yucatán, el 25 de febrero pasado.
Lo comentado por Felipe Calderón abre varias vías de análisis que bien podrían ser formuladas a manera de preguntas que atañen tanto a los gobiernos como a los medios de comunicación:¿Por qué habría de pagar la Presidencia para que sus acciones fueran difundidas, que acaso éstas no son del todo eficientes para encontrar eco en los medios por sí mismas? ¿Cuánto millones paga el gobierno por las primeras planas y en qué le beneficia? ¿Con quién y cómo se negocian esos millones? ¿Quién no saca a Calderón en primera plana o en los titulares televisivos o radiofónicos para que éste se ande quejando “por no salir en la de ocho”? ¿Por qué los medios aceptan la paga cuando se supone que su labor es informar a la sociedad? ¿Cuánto cobran para matizar la realidad del país o colocar “alegremente” la visión del gobierno? ¿Qué medios son los que ponen precios a sus titulares y cuáles son los que se entregan a cambio de las dádivas presupuestales? ¿Por qué publicar los narcomensajes como un hecho de relevancia informativa? ¿Qué consecuencias tiene que un medio sirva de canal para que los narcotraficantes multipliquen exponencialmente sus amenazas? ¿Por qué las narcomantas se publican sin ofrecer el contexto de violencia social que permea a los lugares donde éstas aparecen?Pensando las declaraciones en este contexto, al parecer no es un hecho que sucede “allá en un pueblo lejano” como mencionó Calderón, pues resulta que ese pueblo también es México; como tampoco se trata simplemente de un mensaje de “fulano para zutano” porque de ser así Felipe Calderón sería “zutano” y los múltiples “fulanos” serían los grupos delictivos que en mantas denuncian que éste y su Ejército cuidan y defienden a “El Chapo” Guzmán y sus territorios.
Lo que quiero resaltar, más allá de las declaraciones del Presidente, es la creciente necesidad social de “estar en los medios”, el no estar ahí es sinónimo de invisibilidad o inactividad por eso el gobierno, las instituciones sociales y criminales buscan marcar sus territorios en lo mediático por eso “pagan o matan” porque estar ahí les da voz, publicidad o presencia.No hay nada más lamentablemente cierto que saber que -en la actualidad- pocas cosas o hechos pueden entenderse fuera de los medios de comunicación.

¡Oh, my God! (Telenovela e Internet)


Darwin FrancoMigues

Ésta es una de las frases que más popularizó la telenovela “Atrévete a soñar” (Televisa), basada en el guión argentino “Patito feo”. Esta producción, que terminó hace una semana, instauró y potencializó nuevas formas de interacción con el público infantil-juvenil (de ocho a 19 años), a tal punto que muchos de ellos decidieron que era el Internet y no la televisión el lugar donde verían la telenovela.La historia de “Patito”, nombre de la protagonista, tuvo un promedio de 16.2 puntos de rating (OBITEL-México), lo que le alcanzó para colocarse como la sexta telenovela más vista durante 2009; sin embargo, su verdadero éxito lo tuvo en Internet al alcanzar la exorbitante cifra de 250 millones de visitas, un promedio superior a las 68 mil visitas diarias. La telenovela en su año de duración contó con 261 capítulos.
Dentro del portal tvolucion.com, que Televisa lanzó en marzo de 2009, es posible ver todos los capítulos de las telenovelas que ésta ha estrenado desde el año 2008; esta nueva plataforma mediática ha propiciado que el lugar tradicional para ver las telenovelas mude de la televisión a la computadora siendo los niños y jóvenes quienes -aparentemente- han encabezado la migración de la recepción televisiva.Las nuevas tecnologías de la comunicación no han exterminado a los viejos medios (televisión, radio, prensa) ni tampoco los han desplazado como algunos investigadores de la comunicación han profetizado; al contrario, han permitido su mutación y convergencia no sólo en el plano tecnológico sino también en el cultural; de tal forma, que es en la unión entre viejos y nuevos medios donde se constituyen hoy en día muchos de los rasgos que caracterizan a las sociedades actuales.Bajo esa perspectiva, la televisión no ha muerto ni morirá porque está empleando estrategias tecnológico-mercantiles para trasladar su dominio socio-cultural a otras plataformas en donde ya no sólo tendrá audiencia o telespectadores sino “usuarios” con quienes tendrá que lidiar, pues a diferencia de la televisión, Internet -y portales como tvolucion.com- ofrece canales y foros de discusión en donde, casi en tiempo real, los usuarios aprueban o descalifican los contenidos.“Atrévete a soñar”, entonces, no sólo concentró parte importante del público que escapó de las pantallas televisivas sino que, además, les permitió a éstos manifestar sus gustos, fobias o desencuentros con la televisora, la telenovela, los personajes, los actores, la historia o, igualmente, con los comentarios de algún otro usuario; cada uno de los 261 capítulos de la telenovela tuvo alrededor de 150 comentarios.
La cifra puede ser irrelevante en comparación con el número de personas que entran a Internet para ver el capítulo que se perdieron o que quisieron volver a ver; pero marca una tendencia de que las audiencias televisivas, principalmente jóvenes, cada día van y vienen de las pantallas (televisión, computadoras, celulares, Ipod, etc.) no sólo como meros espectadores sino como sujetos capaces de opinar a favor o en contra de lo que ven.
“Atrévete a soñar” enseñó a Televisa que el camino para la captación de la audiencia infantil-juvenil está en en-red-arlos en los canales mediáticos donde ellos cotidianamente se mueven y trasladar ahí las prácticas culturales con las que la televisión nos ha eclipsado durante tantos años; con el gran riesgo de que los nuevos “usuarios” no sólo pueden ser más volátiles sino también cada día más escépticos y críticos.

sábado, 6 de marzo de 2010

Las redes sociales un vehículo para la seguridad ciudadana

Darwin Franco Migues

La explosión de las llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC´s), la convergencia tecnológica y la creciente interactividad que tenemos con diversos medios es lo que quizá más caracteriza a las sociedades actuales.Tras la vorágine de lo tecnológico y la supremacía de la información como nueva moneda de cambio social, se han abierto nuevas brechas que superan en mucho a las consideradas simplemente “digitales”, pues estar fuera de lo que se mueve dentro de la “Sociedad red” no sólo segrega o aísla, sino que limita la capacidad de actuar y decidir como ciudadano; pero a la par, posibilita nuevas formas de comunicación entre pares que quizá -fuera de la red- encontrarían pocas oportunidades para discutir y replantear las problemáticas que conciernen a su entorno inmediato (ciudad) y aquéllas que de lastimosas deberían herir la humanidad de cualquiera.
Pero los nuevos “usos sociales” de las redes van más allá de postear algún comentario sobre los hechos violentos que a diario aquejan al país; pues en localidades como Ciudad Juárez, Chihuahua, y en Reynosa, Tamaulipas, las redes como Twitter o Facebook son usadas como redes de seguridad ciudadana.Ante la falta de una real cobertura mediática o del notorio sesgo informativo, los habitantes de ambas ciudades -tan golpeadas por la violencia- han decidido darle un “uso social” muy particular a estas plataformas tecnológicas, pues desde la red comunican sobre los lugares y zonas donde se están realizando tiroteos o enfrentamientos para evitar que los habitantes de dichas comunidades queden atrapados entre el fuego cruzado.Lo que se construye en las redes on-line es rematerializado en lo off-line; es decir, el post que alguien coloca sobre el lugar del enfrentamiento rápidamente se distribuye en otras redes en línea, de ahí brinca a los celulares y de éstos a la comunicación “cara a cara”.
La red de seguridad que los habitantes de estas ciudades tejen en Internet, y que materializan al avisar e impedir que otros ciudadanos pasen por las zonas de conflicto, permite analizar nuevos fenómenos de “seguridad ciudadana” que, anclados en los usos sociales de las tecnologías, brindan nuevos modos de protección en lugares donde es claro que las instancias policiacas y los gobiernos han sido desbordados por la violencia.
Lo que sucede en Ciudad Juárez o en Reynosa es una prueba de cómo las TIC´s permiten tejer nuevos canales de comunicación que, guiados por su horizontalidad, podrían permitir -y ya lo hacen- el resurgimiento del ciudadano y su misión de recuperar el espacio público que por acciones u omisiones gubernamentales no sólo se había privatizado sino también mediatizado.

Homo Zappings vía: http://www.buzos.con.mx/

jueves, 18 de febrero de 2010

¿Información que cura?


Darwin Franco Migues

Seguramente ya habrá notado que, desde hace algunos meses, las pantallas de Televisa están inundadas de comerciales de medicamentos; no hay un bloque publicitario en donde no se anuncien productos para eliminar las imperfecciones de la piel, la gastritis, la gripa, la migraña o la impotencia sexual.
Más allá del peligro que conlleva la “automedicación”, la televisión mexicana se ha convertido no sólo en su principal promotor sino también en un médico de cabecera que orienta a las personas sobre los “cuidados y productos” que deben tomar para prevenir y combatir diversas enfermedades.Un ejemplo claro es lo que Televisa hace con sus cápsulas de “Información que cura”, en donde la eterna Lolita Ayala -con todo y flor- da consejos prácticos para prevenir diversas enfermedades, llámese a éstas caspa, acné, migraña, reflujo, malestar estomacal; sin embargo, el consejo no es del todo humanitario, pues basta analizar la cápsula para entender qué es en realidad lo que nos están vendiendo.
En cualquiera de sus formas, la cápsula da una definición médica de la enfermedad para proseguir con las siempre contundentes estadísticas; por ejemplo: “el 46 por ciento de los jóvenes son rechazados en una cita, producto del acné”; posteriormente “Lolita” da algunos consejos sobre cómo cambiar hábitos alimenticios o hacer ejercicio para rematar con uno muy noble: “también existen productos naturales que pueden ayudar a disminuir los granos y las espinillas” y si quedaba duda sobre qué tipo de producto, la cápsula incluye un spot de la marca que cura el mal: Ascepxia.Pero ése no es el único negocio en donde Televisa y la industria farmacéutica están asociados, pues desde el lanzamiento de los medicamentos de “Primer Nivel por tu salud”, ésos que están 85 por ciento más baratos, las pantallas de Televisa se han promovido de forma exacerbada la compra estos medicamentos; en primera, porque son más baratos, y, en segunda, porque tienen la misma patente (fórmula química registrada que permite a un laboratorio o marca explotar por algún tiempo el descubrimiento) que los medicamentos caros; es decir, “tontamente” al sufrir un mal nosotros sólo compramos la medicina por la marca o nombre y no por el ingrediente activo.Lo cierto es que detrás de esta impulsiva promoción se encuentra el convenio publicitario entre Genomma Lab y Televisa, acción que, a decir de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), viola diversos requerimientos en la información que se brinda de estos medicamentos; por ejemplo, éstos no cuentan con el respaldo de 30 laboratorios -como presumen en los spots- pues la propia Canifarma rechazó y demandó a los productos de “Primer Nivel”; otra irregularidad es que éstos no son nuevos, pues en realidad son los mismos que ya se vendían en farmacias de genéricos -como las del Dr. Simi- sólo que en un bonito empaque morado.Genomma Lab tiene diversas demandas y bloqueos comerciales a sus productos -principalmente en Europa- porque ofrecen remedios maravillosos sin las debidas pruebas científicas; sin embargo, este laboratorio aprovecha un hueco legal en la legislación de salud mexicana, pues a decir de ésta no es necesario que los suplementos alimenticios, cosméticos, productos higiénicos o la medicina herbolaria cuenten con un estudio clínico, pues basta con que no contengan alguna substancia nociva para entrar al mercado.
Genomma Lab realiza productos como: Asepxia, Bengue, Cicatricure, Dalay, Genoprazol, Goicoechea, Goicotabs, Nikzon, Pointts, Silka Medic, Shot B y X-Ray, curiosamente todos aquéllos que promueve Lolita Ayala en sus cápsulas.No hay duda lo que se promueve en la “tele” es información que cura, pero las finanzas y la voracidad de consorcios mediáticos y farmacéuticos que condicionan la salud de los mexicanos al vender y promocionar productos de “inferior nivel”.

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jueves, 28 de enero de 2010

Engagement II (anuncios gubernamentales de telenovela)


Darwin Franco Migues

En la columna pasada dábamos cuenta de que el engagement es una técnica de marketing para generar un gancho emotivo con la audiencia que haga pensar que lo anunciado es “algo más” que un producto.Bajo esta perspectiva, tanto Televisa como Tv Azteca, han hecho de este recurso un gancho comercial para atraer a sus contenidos no sólo publicidad comercial sino también los llamados gastos en “comunicación social”, que no son más que recursos de los gobiernos para promocionar sus acciones y proyectos.¿Qué es lo novedoso en esto? El cambio está en que estos anuncios no sólo están siendo incorporados en los llamados comerciales sino también dentro de las telenovelas y los programas de revistas -tipo “Hoy” o “Venga la Alegría”- son los más beneficiados.En el caso de los programas matutinos y vespertinos de espectáculos, el anuncio directo lo hacen los conductores y, principalmente, se enfocan en promover turísticamente a diversos estados; en cambio, en las telenovelas, los mensajes no sólo destacan las bondades territoriales sino los beneficios políticos de vivir bajo los mandatos de tal o cual gobierno -PAN, PRI o PRD-.


Desde 2007, los productores de telenovelas han salido de los tradicionales sets de grabación para situar sus historias en escenarios naturales; la idea no sólo está en brindar mayor “naturalidad” sino conseguir el apoyo de los gobiernos donde se filmará la telenovela; como el que dio Emilio González Márquez, gobernador de Jalisco, a Televisa -y su telenovela “Las tontas no van al cielo”- de 5 millones de pesos, para que se mostrara lo lindo que es Jalisco.En el mismo tenor están los gobiernos de Puebla con “Fuego en la Sangre” (Televisa); Estado de México, “Destilando amor” (Televisa) y “Contrato de Amor” (Tv Azteca); Yucatán, “Sortilegio” (Televisa); Campeche, “Mar de amor” (Televisa), y Veracruz, el remake de “Corazón Salvaje” (Televisa). El caso más destacado es el del gobierno de Chiapas, ya que su gasto en comunicación social no sólo se ha dado para promocionarse turísticamente en dos telenovelas: “Mi pecado” (Televisa) y “Pasión Morena” (Tv Azteca), sino que también en esta última optó por insertar varios spots que destacan los logros del gobierno surgido de la llamada Coalición por el Bien de Todos (PRD, PT y Convergencia).En la telenovela grabada inicialmente en Chiapas y después trasladada a la capital, casi de la nada -me refiero a la historia no al contrato comercial- surgió un personaje (Marcela) que se dedica a recabar recursos para los niños chiapanecos; dando eco a tan noble labor en los capítulos 150 y 151 (18 y 19 de diciembre de 2008), la telenovela presentó un evento en donde se recabarían dichos fondos sólo que jamás se aclaró que éste estaría adornado con el escudo del gobierno ni que el personaje haría más alusión a los logros de este gobierno que a la supuesta ayuda.


El personaje -cual vocera oficial- durante todas las escenas del dichoso evento tuvo diálogos como éste:-“No saben lo feliz que me hace llevar a Chiapas tanta ayuda, me encanta. Además tenemos muchísimos más proyectos en puerta; por ejemplo, el gobierno del estado acaba de construir 12 clínicas para la mujer, además está otorgando becas para mujeres solteras”.He ahí el spot político “naturalizado” por la telenovela mexicana; y sólo fue un caso, en las citadas antes también se ven referencias gubernamentales. ¡Y agárrese que este fenómeno apenas inicia!, pues no hay legislación en materia de gastos en comunicación social y, si alguien piensa que éstos pueden ser actos adelantados de campaña, no se preocupe, la reformulada Ley Electoral tampoco lo contempla.En 2010, al parecer, toda la televisión será un gran comercial.

Para que lo vean a detalle ahí les va el link de la telenovela, la escena sale en el minuto 8:38!!

http://www.youtube.com/watch?v=us5PMVrF9U0&feature=related

Todos los martes en: http://www.buzos.com.mx/

miércoles, 20 de enero de 2010

Engagement I (o cómo todo se hizo un comercial)


Por Darwin Franco
Entre las nuevas formas de comercialización y marketing que Televisa empleará este año se encuentra el famoso engagement, que no es más que la creación de un vínculo emocional entre una marca y el consumidor.Dentro de su Plan Comercial 2010 (http://www.televisaplancomercialtv.com/), la televisora ha impulsado este tipo de estrategia comercial que garantiza, a decir de ellos: “alinear lo que la audiencia quiere con lo que el anunciante necesita”.

Es decir, Televisa supone que lo que la audiencia “necesita” es que atiborren sus programas de publicidad para que el anunciante -ansioso de visibilidad mediática- se vuelva no sólo un anuncio o un spot sino parte integral de los contenidos: un personaje.

Así sucede en la telenovela “Hasta que el dinero nos separe”, en donde la compañía automotriz Ford engalana el elenco con sus modelos 2010; esta telenovela fue diseñada narrativamente para que esta compañía acompañe la trama ficcional.
La telenovela se desarrolla, casi en su totalidad, dentro de una agencia de carros con lo que garantiza que sus personajes -todos vendedores- hagan en lo largo y ancho de los capítulos mención a los beneficios de comprar un automotor americano; pero esto va más allá, pues siguiendo los designios del engagement tanto Pedro Fernández como Itatí Cantoral -protagonistas del teledrama- se encargan de enaltecer los valores institucionales y sociales de esta empresa.

¿Cómo se hace esto? Pues los personajes principales -jefes de la agencia automotriz- tienen juntas periódicas con los vendedores -actores secundarios- en donde no sólo se encargan de poner metas de ventas sino también de presentar los nuevos modelos, las nuevas políticas ecológicas y empresariales de Ford.A decir de Televisa, esta técnica ha hecho que el 48 por ciento de las personas que ven la telenovela -su rating anda en los 28 puntos- tengan mayor confianza en Ford y, por tanto, la vean como la más segura.Con estas cifras, la empresa de Emilio Azcárraga intenta demostrar que no hay nada más importante para su televisora que vender; ya que modificar sus contenidos o ajustar éstos a las necesidades de una marca son las prioridades del corporativo mediático.
Poco importa, entonces, la calidad de los programas que se ofrecen a la audiencia, porque igual ésta los sigue consumiendo o ¿cómo explica que “Hasta el dinero nos separe” sea la telenovela número uno en rating?En 2010, Televisa va por todo, pues su táctica comercial de “resaltar, convencer y conectar”, se plantea inundar todos sus contenidos mediáticos, así que no se espante si al prender el “Canal de las Estrellas” no deja de ver anuncios, pues éstos inundarán desde las telenovelas hasta el futbol -recuerde que es año mundialista-.El engagement vino para quedarse, pues a decir de Cecilia Álvarez, presidenta de comunicación de Ford México, su participación en la telenovela le ha garantizado llegar “al cliente de una manera no intrusiva sino natural, pues el 80 por ciento de la telenovela se lleva a cabo en un distribuidor Ford”, con lo que han incrementado sus ventas entre un 10 y 15 por ciento, menos mal que no es intrusivo hacer de una telenovela un constante comercial.Lo curioso de esta técnica mercadológica es que no sólo se usa para promocionar marcas o empresas, ya que también es empleada como una nueva forma de comunicación social para diversos gobiernos; de este fenómeno daré cuenta en la próxima entrega.

Para mayor detalle consulten este link:

domingo, 17 de enero de 2010

Propósitos mediáticos



Por: Darwin Franco


Empieza un año y sumado a la lista de propósitos he procurado que esta columna funja como un catalizador de los deseos que miles de mexicanos tienen con relación a los medios de comunicación, así que ahí les dejo 12 deseos mediáticos que espero se hagan realidad o, al menos, se acerquen a ella.
1.-Formación de una visión crítica respecto de lo que consumimos en los medios; para que éstos cambien deben evolucionar sus audiencias. Si queremos mejores medios debemos ser más críticos con lo que vemos, escuchamos o leemos. Basta de pasividades.
2.-Legislación que acote los poderes mediáticos y no favorezca la concentración de éstos en las mismas empresas, ni que los beneficie con canonjías tributarias.
3.- Democratización de los medios de comunicación en producción y contenido; que el “derecho a comunicar” sea una verdadera arma ciudadana y no parte del discurso político-mediático.
4.- Valentía para que nuestros políticos no le teman a las pantallas y las afronten aunque esto signifique menos visibilidad mediática. ¡Queremos políticos, no actores de farándula!
5.- Que los comunicadores entiendan la responsabilidad que tienen al construir mediáticamente la historia de nuestros días; que no presenten sólo la versión de quien paga para no ser golpeado o para disimular su incapacidad política. Queremos verdaderos defensores de la libertad de expresión no de la libertad de mercado.
6.- Deseo que no se use la emotividad de la audiencia para disfrazar altruismo con evasión fiscal; no está mal que los medios se vuelvan tribuna para canalizar la ayuda a los sectores vulnerables, lo que es lamentable es que no se digan los verdaderos fines de sus campañas altruistas.
7.-Pido que se disminuya la exacerbada comercialización y espectacularización que se hace de los contenidos mediáticos. Muchos estamos hartos de que se haga creer que de la suerte de la Selección depende el futuro del país o de que la tranquilidad de nuestros días está en vilo porque Alejandra Guzmán será operada del trasero.
8.- Exigir que los programas de televisión contengan leyendas que anuncien a sus televidentes que dentro de su contenidos serán exhibidos diversidad de productos, servicios e, incluso, programas sociales. Uno no puede ver un programa sin que en éste se anuncien -dentro del contenido- por lo menos un par de marcas.
9.- Que los gobiernos entiendan que las únicas acciones que pueden darles dividendos políticos son las que realizan en pro de la gente y no aquéllas en donde se muestran ante los medios como los “nuevos mesías”.
10.- Urge una regulación en lo gastos destinados a la comunicación social de los gobiernos y transparencia para que se dé a conocer lo que han gastado diversos gobiernos y políticos.
11.- La aprobación de las concesiones a las radios y televisiones comunitarias, en zonas urbanas, indígenas o rurales, que llevan más de 15 años detenidas por los intereses de los grandes corporativos.
12.- Que la brecha digital, considerada una nueva medición de la pobreza, no se combata incrementando los impuestos a las telecomunicaciones sino creando programas que lleven éstas a todo México.Éstos son apenas unos cuantos deseos de los muchos que yo y usted podríamos colocar en una larga lista de exigencias e injusticias que tenemos respecto de los “medios con lo que nos tocó vivir”.¡Salud!, para todos en este largo y esperanzador año 2010.

martes, 12 de enero de 2010

Televisa EUA, un negocio redondo y casi perdido


Darwin Franco Migues

Mientras Televisa conmovía las almas de los mexicanos con su afamado Teletón y recolectaba la cantidad de 443 millones 341 mil 815 pesos, misma que según el Artículo 31 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre la Renta puede ser perfectamente deducible de impuestos, porque la televisora -tan caritativa como siempre- dona todo ese dinero a una institución que sin fines de lucro da un servicio que el Estado tendría que otorgar; su verdadero negocio crece como espuma en los Estados Unidos y, al parecer, pronto se le escapará de las manos.Así es, pues al parecer “El Canal” de Televisa ya no es de “Las Estrellas (Canal 2)” sino su filial americana Univisión.
Esta empresa no sólo es el medio latino con más presencia en Estados Unidos sino que también, en términos de rating, representa el canal más rentable para, pues es consumido por un 95 por ciento de los hogares hispanos. Si bien Univisión no es una empresa que le pertenezca 100 por ciento a Televisa, ésta sí disfruta de sus ganancias producto del convenio en el cual la televisora de Emilio Azcárraga tiene en exclusiva el suministro de programas y contenidos hasta 2017. Actualmente se está en negociaciones para ampliar dicho periodo.Desde 1992, año en que Televisa y la televisora venezolana Venevisión compran Univisión a la empresa Hallmark Cards, hasta el 2006 año en que ambas quedan excluidas de toda posibilidad de adquirirla (Venevisión desiste de la oferta de compra y la televisora es vendida al magnate estadounidense de medios Said Sabam, creador de la serie de televisión Power Rangers), Univisión ha pasado de contar con una sola estación central ubicada en la ciudad de Los Ángeles a tener 19 estaciones propias, 33 afiladas y más de mil 29 sistemas de cable.
Entre sus principales productos están: Univisión (principal canal hispano en Estados Unidos), Telefutura (segundo canal en español más importante, cubre el 85 por ciento de la población hispana), Galavisión (cadena líder de televisión por cable en español, cubre el 81 por ciento de los hogares hispanos con servicio de cable), Univisión Radio (mayor grupo de radio en español de EUA, propietario y/o programador de 70 emisoras radiales en 16 de los 25 mercados hispanos más importantes de EE. UU.) y Univision Interactive Media (compuesta por Univision.com, destino de Internet en español más visitado de EUA, y Univisión Móvil, empresa de servicios móviles en español), esta última empresa se convirtió desde el 16 de noviembre en el socio principal de YouTube (contenidos en español).Para ponerlo en términos más claros, Univisión tiene el mejor promedio de rating y, por ende, los mejores ingresos publicitarios de todas las televisoras de Latinoamérica y se ubica, a nivel global, sólo por debajo de los corporativos ABC, CBS, NBC y Fox.Y es que la importancia de Univisión no sólo radica en lo económico sino también en lo socio-cultural, pues actualmente Televisa y sus contenidos no sólo están siendo consumidos por los más de 12.8 millones de mexicanos que radican en Estados Unidos, sino también por los cerca de 25 millones de hispanos que tienen en ese canal la única oferta televisiva en español. En pocas palabras, es por la pantalla de Univisión que los hispanos mantienen un vínculo importante con su cultura, lengua y tradiciones.Si pensamos que los contenidos de Televisa ni por mucho son los más elaborados y, por ende, los de mayor calidad, entonces entenderemos por qué busca a toda costa ampliar su convenio con Univisión más allá de 2017, ya que para Televisa, al igual que para los corporativos mediáticos estadounidenses: “business is business”.

jueves, 31 de diciembre de 2009

CSI: Cuernavaca (o cómo inteligentemente ''mataron'' al narco)


Darwin Franco

Cual episodio de serie policiaca pero en región tercermundista, la Marina de México le dio a Felipe Calderón un regalo de Navidad: la muerte de Arturo Beltrán Leyva, líder del cártel del mismo nombre.

Con la caída de “El Barbas”, el Presidente pudo al fin tener una tenue luz de esperanza en la guerra contra el narcotráfico que, a últimas fechas, no daba muestras de inclinar la balanza en favor del gobierno federal.

El capítulo de esta serie inició días atrás en una narco-posada celebrada en Ahuatepec, Morelos, el 10 de diciembre de 2009. Arturo Beltrán Leyva, de 48 años y originario de Sinaloa, disfrutaba de una noche norteña amenizada por Los Bravos del Norte de Ramón Ayala, y los Cadetes de Linares; ese día la Armada de México intentó cazarlo -literalmente-; sin embargo, éste escapó para morir seis días después en Cuernavaca.

El día de su muerte, los medios se sumaron al espectacular operativo -digamos que sin cámaras no hay show-, pues se requería que la cobertura mediática magnificara el mensaje calderonista: en esta guerra, ¡vamos ganando!

Como asunto de ficción, el comando especial de infantes de Marina -¿y la Sedena?, ¿ya no hay confianza en ella o era del mismo bando que los Beltrán Leyva?- llegó en helicóptero hasta el conjunto habitacional “Altitude”, en donde el capo se atrincheraba en el departamento 202; con los elementos de la Marina llegaron también los medios, lo cual demuestra que no era tan secreto el operativo.

Con el atrincheramiento de Beltrán Leyva -y sus sicarios- sumado al cerco empleado por la Marina -días atrás- era cosa de segundos para que la balacera iniciara y así fue: las armas de grueso calibre y las granadas de ambos bandos retumbaban en la ciudad de la “eterna balacera”; el intercambio de balas duró aproximadamente cuatro horas, de eso dan constancia los múltiples videos de las televisoras que firmes y decididas permanecieron cerca para llevar hasta la “seguridad” de su hogar la muerte de “El Barbas”.

Pero para presentar la imagen se requería un toque espectacular que no sólo remarcara su condición de capo sino que diera cuenta del fanatismo religioso-esotérico que engloba a la imagen social que los medios han construido del narcotraficante; por eso, estimados lectores, las crónicas detallaron minuciosamente la cantidad de estampas religiosas que “alguien” -a falta de mesa- colocó sobre el dorso semi-desnudo de Beltrán Leyva. ¿Cómo es que éste en medio de la balacera se quito la playera y se bajo el pantalón? ¿De qué manera llegaron las imágenes religiosas a su cuerpo?

Pero verlo tirado y desprovisto de su grandeza no fue suficiente, así que le quitaron los artículos religiosos y le agregaron varios billetes ensangrentados, que dicho sea de paso fueron primero remojados en sangre para después colocarlos uno por uno cuidando que las denominaciones fueran las justas para un capo de su altura; por eso los billetes eran de mil y de 500 pesos y de no menos de 100 dólares. Ya me imagino el ritual, antes de morir uno de sus sicarios en recuerdo -o como estampa para el corrido que va a terminar por inmortalizarlo- le colocó de esa manera tan sutil tanta billetiza.

Y entonces sí, llegaron los peritos, los medios y las autoridades para ver que antes de morir “alguien” le había colocado un altar de poder a “El Barbas”; no vaya a creer usted que eso se hizo después, ¡qué va!, si ya lo dijo el secretario de Gobernación, Fernando Gómez-Mont: “nosotros no hacemos esos acomodos del cuerpo, porque sabemos que se obstruye toda actividad científica”. Menos mal.

La caída de Beltrán Leyva deja varias dudas: ¿si se empleó en el operativo toda la inteligencia nacional, no era más fácil capturarlo que matarlo? ¿Temían de lo que éste podría decir si confesaba? ¿Quién acomodó así el cuerpo y, más aún, quién difundió las imágenes que tanto hicieron enojar a las autoridades?
Este capítulo continuará…

martes, 24 de noviembre de 2009

Memoria digital


Por Darwin Franco Migues


Hace unos días perdí mi laptop. Y usted preguntará si viene al caso mi tragedia personal; por ello, explico: resulta que lo más doloroso de perder algún artilugio tecnológico como éste no sólo reside en el costo monetario del equipo sino que la pérdida va más allá y se sitúa en la incapacidad de recuperar la memoria virtual con la que construimos nuestros días.
Así es; con los cambios en las llamadas “Tecnologías de la Información y Comunicación” (TIC´s) hemos estado construyendo y reconstruyendo las huellas históricas de lo que somos; es decir, nos hemos acostumbrado a guardar de forma digital todos nuestros momentos; ya sea en fotos o en videos, lo que tenemos guardado es nuestro paso por el mundo.


Sé que esto puede sonar un tanto apocalíptico, pero basta con que usted cheque su computadora, celular o cámara fotográfica para ver la cantidad de imágenes, ahora ya recuerdos, que tiene guardados; ahora piense: ¿qué sentiría si de pronto toda su historia digital fuera borrada? ¿Con qué podría demostrar que estuvo ahí? ¿Cómo platicaría de aquella experiencia si la sociedad de la imagen -en que vivimos- exige la prueba material, “la imagen que vale más que mil palabras”?
¡Qué razón tiene el eslogan de Fuji, empresa dedicada a la venta de equipo fotográfico, cuando nos dice: “Si no está impresa, no es foto”!, y es verdad porque lo que almacenamos en nuestras memorias o discos duros son imágenes; imágenes que, resignificadas en nuestra interacción con las pantallas, usamos para mostrar al mundo que estuvimos ahí.



El historiado italiano Carlo Ginzburg menciona que lo que caracteriza a la sociedad hoy en día es su capacidad infinita para dejar a la posteridad múltiples indicios de su existencia. Es decir, si conocemos históricamente a las civilizaciones antiguas es porque éstas nos dejaron vestigios de lo que fueron, ahora bien valdría preguntarnos: ¿qué es lo que estamos dejando cuando, por lo menos, sacamos más de 50 fotos por evento social que tenemos? ¿Qué tipo de memoria es la que construimos?


La capacidad de hacer memoria, ahora en formatos digitales, se presenta como un fenómeno que no sólo convierte los recuerdos en imágenes, sino que tiende a ser un factor de interacción al momento de la convivencia social. Por ejemplo, uno va a una reunión y lleva su cámara digital: toma una foto, luego otra, luego seis del mismo hecho y después enseña éstas a sus amigos, quienes las ven, las borran y nuevamente posan para un nuevo registro.


La fotografía ya no es más un elemento de solemnización, como decía el sociólogo Pierre Bourdieu, pues ya no sólo busca retratar nuestros momentos más dignos o representativos sino que ahora busca retratarlo todo, busca registrarlo todo para conformar nuestra memoria social.
Eso es justo lo que más me dolió: perder mi historial fotográfico, pues ahora en un mundo envuelto por la virtualidad no hay prueba que sostenga “mi yo fui, yo conocí, yo estuve ahí, etc.”. Mis fotos no estaban impresas ni montadas en el Facebook, MySpace o Hi5, lo que hoy sería la prueba infalible de mi decir. El problema es que perdí mi memoria digital.
¿Qué haría usted sí se quedara sin tal memoria? ¿Cómo contar lo vivido en un mundo construido por imágenes?


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jueves, 19 de noviembre de 2009

Del on-line al off-line

Por Darwin Franco Migues





¿Qué factor(es) hacen que diversos usuarios de la Internet escapen de la red para postear en el mundo real sus demandas construidas y discutidas desde sitios virtuales como Twitter o Facebook? Las respuesta y sus múltiples significaciones nos hablan de que la Internet, quizá más que nunca, está haciendo que los medios de comunicación funcionen como verdaderas ágoras virtuales en donde es posible asumir una participación activa como ciudadano, misma que traspasa las barreras de lo on-line para situarse en el off-line y convertir las discusiones en línea en demandas concretas.



Y así sucedió el pasado 25 de octubre cuando 200 twitteros (dícese de aquel usuario del sitio Twitter) se reunieron en el Distrito Federal para manifestarse en contra de la iniciativa de gravamen, incluida en el Paquete Económico 2010, donde se contempla cobrar un impuesto del 4 por ciento a servicios de telecomunicaciones, como teléfono celular, televisión de paga y conexión a Internet.


Actualmente la conectividad a esta última en México, es de 11.3 millones; es decir, que el 62 por ciento de las computadoras del país están conectadas a la red; sin embargo, esto significa que poco más del 88 por ciento de la población permanece en los umbrales de la cada vez más honda “brecha digital”. Cabe señalar que organismos como la ONU, consideran que la falta de acceso a la Internet se ha convertido en una causa más de pobreza.

De concretarse, el famoso impuesto que vendría a fortalecer “el mercado e industria de las telecomunicaciones en México”, a decir del entusiasta y mal informado Felipe Calderón, lo único que se lograría es frenar el incremento del 15 por ciento anual que reporta la Asociación Mexica de Internet (AMIPCI) desde el año 2005, donde se demuestra que en menos de cuatro años se ha pasado de tener 17.2 millones de usuarios a 27.6 (datos generados hasta el año 2008, último año del informe).

En pocas palabras, el impuesto ideado por el gobierno federal es totalmente contrario al discurso que desde sus instancias educativas promueven la “universalización de la red”.

A raíz del anuncio calderonista, los sitios de socialización en línea (Twitter, Facebook, Hi5, Myspace, entre otros) han discutido y posteado (acción de colocar o escribir en la entrada de un sitio algún pensamiento, video, canción o link hacia otras páginas) sus posturas frente a lo que consideran una acción aberrante y que sólo coloca a México en desventaja respecto a países, que con condiciones político-económicas similares, promueven la conectividad no cobrando impuestos sino creando programas que reduzcan los costos y hagan accesibles la conexión a la red.


La discusión on-line ha demostrado ser más efectiva, que los propios canales de discusión que desde el gobierno se han creado para retomar la “opinión pública”. Un sencillo y claro ejemplo es el sitio de la catedrática Rossana Reguillo, quien a la par de que se discutía la Ley de Ingresos en el Congreso, entró a su perfil de Facebook para compartir un vínculo en el que se preguntaba a los usuarios su postura acerca del impuesto a las telecomunicaciones y con su firma la encuesta ha acumulado a la fecha 2 mil 22 comentarios en contra. (Milenio, 24 de octubre de 2009).

El mundo virtual se ha convertido no sólo en un ágora de construcción de la opinión pública sino en un crisol donde los usuarios de la Internet demuestran que también fuera de la red se puede ser un ciudadano activo. De ahí, que 200 twitteros se manifestarán públicamente para decir, letra por letra (colocadas en las playeras de 140 de ellos):

“Congreso: para que lo sepas: esto también es #Internet! Tienen que impulsarlo, no gravarlo! #Internet necesario para tod@s l@s mexican@s”, expresaron al colocarse playeras durante la toma de una fotografía en el Parque Hundido.

Y después de leer esto: ¿Usted qué va a postear/hacer hoy en sus acciones on-line y off-line?


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jueves, 12 de noviembre de 2009

The reality horror, la no-realidad como mercancía



Por Darwin Franco Migues


Domingo por la tarde. Tomo el control remoto y me dispongo a ver televisión. Echando un vistazo a la programación de la señal abierta me sorprende ver la forma en que Televisa y Tv Azteca cimbran nuevamente sus esperanzas mercadológicas en los llamados reality shows, programas que sustentan sus contenidos en “la realidad”, así, con comillas.


El regreso de los reality shows a las pantallas nacionales me hace pensar en dos cosas: 1) la incapacidad mediática de las televisoras por ofrecer nuevos contenidos y 2) la conformidad de la audiencia que prefiere consumir esos programas antes que exigirle a las televisoras un “real” esfuerzo por ofrecer televisión de calidad.


Entre que son peras o manzanas, el horario estelar de los domingos es ocupado por sendos programas que de reales sólo tienen las enormes ganancias de sus patrocinadores. Por ejemplo, es la enésima vez que nos tenemos que “chutar”, por Tv Azteca, La Academia, y eso que prometieron dejarnos de torturar con la “última generación”; por su parte, Televisa nos ofrece el programa Me quiero enamorar, un reality en donde un cúmulo de chicas pretenden ganarse el amor de su “príncipe azul”.


En ambos casos, se ofrece la realidad y la observación constante de cómo se plasma ésta en un conjunto de personas que no sólo han vendido su vida privada, para que sea del escrutinio público, sino también su imagen. La cuestión aquí es explotar los dramas y tristezas personales de tal forma que se puedan ir construyendo triunfos públicos.


Es decir, exaltar la condición de pobreza del joven que luchó por conseguir el sueño de ser cantante o remarcar la condición de mujer “sumisa y abnegada” que hará todo por conseguir el amor. Claro, puntualizando que se busca ser famoso o conseguir el amor porque, en ambos casos, ese éxito se complementa con un millón de pesos.


La consecución del éxito personal que se construye en el reality show como un verdadero logro social tiene sus bases en las aspiraciones de millones de mexicanos, mismas que se ven cristalizadas en los papeles que les hacen desempeñar a los hombres y mujeres que fueron seleccionados no sólo por sus actitudes físicas, sino por lo bien que podrían desempeñarse o adecuarse a los papeles y roles dentro de un guión televisivo que ya había sido previamente establecido.


La televisión no refleja la realidad sino que la construye; desde esa perspectiva, los reality shows son verdaderos experimentos de producción; es decir, se construye una situación donde -se supone- que los sujetos, aislados y obligados a realizar ciertas labores: cantar o intimar con el ser pretendido, reaccionarán de manera “natural”; sin embargo, dichas condiciones no son generadas por la realidad, sino por una producción que decide qué tipo de problemas son necesarios para cada tipo de personaje.


Esto se construye, así, porque permite crear nudos narrativos para que el relato mediático pueda parecer real aunque jamás lo sea. Y es que no basta con que uno pueda ver lo que se filma las 24 horas del día -a la Big brother- sino que uno no es capaz de percatarse que esa cotidianeidad llevada a las pantallas se ciñe a un guión en donde los participantes explotan su emotividad, no como manifestación de su “yo” sino como respuesta a un estímulo de producción que los coloca en situaciones límite. Es decir, no hay realidad sino producción.


Aunado a esto, es de señalarse -como ya lo ha hecho el crítico de televisión Álvaro Cueva- la capacidad de nuestras televisoras por hacer de los reality show toda una parafernalia, ya que México es, posiblemente, el único país en el mundo donde es posible ver al aire simultáneamente dos mega producciones de este tipo. Lo cual me genera una gran pregunta: ¿Ésta es la triste realidad de la televisión que tenemos o en realidad será la triste realidad de la televisión que merecemos? ¡Llame ya!


Todos los martes en: www.buzos.com.mx





viernes, 2 de octubre de 2009

¿Qué estás pensando?

Darwin Franco



Esta simple pregunta es el detonante con el cual la red social Facebook pone en comunicación a sus más de 300 millones de usuarios. Hoy, “facebokear” es sinónimo de interacción, de presencia en un mundo virtual, que debate a diario desde temas personales hasta temas político-sociales poniendo de manifiesto que las llamadas “redes sociales” no sólo son lugares de ocio. Aunque esto último, como acción, sigue permeando sus contenidos.



Facebook se ha convertido en la red social con mayores niveles de crecimiento en el ciberespacio; en lo que va del año, ésta crece a ritmos del 30 por ciento, lo que inmediatamente la convierte en un negocio de cerca de 6.5 billones de dólares.



Este proyecto universitario que pretendía sólo comunicar a estudiantes de Harvard, ahora representa para Mark Zuckerberg, su creador, una valiosa oportunidad para desplazar como sitio de búsqueda de información en la Internet a Google, pues se planea que Facebook sirva como un potente buscador no sólo de información sino también de servicios. Al enlazar a sus millones de usuarios, el "feis" pretende que éstos sirvan de puente para que otros encuentren lo que andan buscando sin la necesidad de salir de su propia “red social”.



La frase: “Pienso, luego existo” (Cogito ergo sum), creada por René Descartes, parece reformularse dentro del mundo virtual, a tal grado que se existe por el hecho de estar en línea. “Estoy en línea, luego existo”, es una condicionante para muchos jóvenes que encuentran en las redes sociales un lugar de interacción donde pueden ser lo que quieran ser, donde pueden decir lo que piensan y, a la par, pueden editar lo que piensan para escribir mejor lo que otros leerán de él. Construcción y edición de su identidad virtual.



Pero no sólo esto, también las redes sociales se han convertido en un lugar clave para los anunciantes, pues de acuerdo con la encuesta de la consultora Jupiter Research, el 48 por ciento del marketing de la Internet presupuestado para este año se realizaría a través de las redes sociales. Lo que incrementará el valor de Facebook en el mercado cerca del 25 por ciento, de ahí el interés de Microsoft o Google por adquirirlo, o el interés de éste por hacerse de la red social: Twitter, red con porcentajes de crecimiento mensual cercano al 20%.



Ser miembro activo de una red social no sólo es estar en contacto con decenas de amigos, no sólo es hacer y decir lo que piensas, también significa formar parte de una nueva estructura social donde la información se presenta y se discute. De ahí que fuera este sitio, junto con otras redes, los lugares donde se detonó el llamado “Voto nulo”; pero este no es único fenómeno social a discusión, pues existen otros movimientos sociales (ecológicos, de género, culturales, etc.) que usan las redes úsales para visibilizar y discutir sus ideas con otros, para que desde la virtualidad se construya un discurso que dé cuenta del hartazgo de muchos respecto de la política y políticos mexicanos.


Las plataformas de Facebook permiten compartir textos, audios, videos, música, imágenes e, incluso, se anunció (el 21 de septiembre) que la compañía Vivox dotará al “Feis” de un chat de voz que permitirá a los usuarios mantener conversaciones de alta calidad. Con lo que esta red social ahora será rival de Skype, compañía que ofrece servicios telefónicos en la Internet a bajos costos. Con esta implementación, esta red social pretende convertirse en el sitio web con mayor cantidad de usuarios.



Las redes sociales no sólo han llegado para quedarse sino para potencializar su estancia y volverse un elemento vital en nuestra relación con la Internet (y con el mundo), pues se prevé que a través de ellas nos volvamos realmente “usuarios” de la red y dejemos el papel de audiencias al ser productores de contenidos y no sólo consumidores de los mismos.



¿Y tú, en qué estás pensando?


Cada martes en el sitio: http://www.buzos.com.mx/



viernes, 25 de septiembre de 2009

¿Secuestro mediático?



Darwin Franco

En nuestro México mediático de todos los días, existencial informativos Huracanes (por no decir televisivos) que hacen sospechar de la veracidad, no sólo de la información, sino del suceso mismo, es decir, Cuando la tranquilidad del país parece cimbrarse por Fenómenos-casi Siempre económicos, Resulta que "mediáticamente" viene algo que acapara la atención haciendo olvidar, de momento, lo que realmente Trasciende los golpea y, ya de por sí agujerados, bolsillos de nuestra economía. Para esto tan sólo hay que recordar al Afamado "Chupa Cabras" en la crisis económica de 1994.

Un inverosímil remake De este fenómeno Ocurrió el pasado 9 de septiembre, justo un día Después de que el presidente Felipe Calderón anuncio que su proyecto de Ingresos 2010 Pretende Incrementar el 2 por Ciento de Todos los productos y servicios, incluidos alimentos y medicinas. Aunque ya los Diputados, que dicen que sí una Defienden los pobres, anunciaron que esto no pasará.

El fenómeno mediático al que quiero hacer referencia es al "secuestro" Así-entre comillas-del vuelo 576 de Aeroméxico, ruta Cancún-Distrito Federal, Que Fue mismo perpretado por un fanático religioso boliviano de nombre: José Pereira Mar Flores, quien, armado con dos latas de "Jumex", con el secuestro el avion Objetivo de Informar al Presidente y al pueblo de México sobre un futuro terremoto (información privilegiada QUE ESTE obtuvo por Filtraciones divinas).

El punto aquí no es poner en tela del juicio las inspiraciones divinas del secuestrador, sino la Manera como las Televisoras usaron este Hecho para desplegar todo su arsenal y desviar la atención sobre la polémica iniciativa calderonista. Por más de tres horas, Ambas Televisoras (Televisa y Tv Azteca) trasmitieron de forma constante el "minuto a minuto" de la situación del secuestro.

"Sin querer queriendo", como diría El Chavo del 8, Televisa Resultó que ya Tenía A unos reporteros en el aeropuerto, quienes ipso facto ya tenian la mejor toma-y que Tv Azteca ya Tenía en la línea a Telefónica un Algunos parientes de pasajeros Cuando Poco antes se informaba, por medio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que no se darían un conocer los pormenores del y vuelo del, hasta ese entonces, "supuesto" secuestro para Evitar Generar alarma.

Pero la alarma no vino del avión, sino de las pantallas televisivas que "en vivo" nos hacian partícipes del secuestro, generando más expectativas que las del supuesto secuestrador. Vinieron de las Televisoras hacer infinidad de hipótesis: que eran ocho, cinco o tres los secuestradores, que venían fuertemente Armados, que poseían bombas para hacer Explotar al avión, etc, tambien como exacerbaron la Capacidad del Gobierno de Calderón en materia de seguridad, al Alarde del "Despliegue militar y policiaco que se traslado al aeropuerto para hacer frente este acto de" terrorismo ".

Y no es que desdeñe Puede tener la magnitud que y que Tuvo la ocurrencia del líder religioso, sólo que creo que hay que hacer tambien como Evidente es que incrementan las Televisoras, un tal punto de ficcionalizar Los hechos, Los Huracanes informativos.

¿Por qué vendernos una historia de acción que tiene un final de comedia? Intereses ¿Qué hay detrás de una excesiva cobertura, Cuando Las conclusiones una QUE LLEGAN Carecen de contexto? ¿Qué no hubo alguien que recomendara que el mejor alivio para bajar la presión por el Incremento de los impuestos: Era de esperar al partido de la Selección Mexicana?

Sin duda, un fenómeno que nos hace pensar en la televisión que vemos.

Publicada semanalmente en: www.buzos.com.mx