sábado, 22 de noviembre de 2008

Julio Cortázar




Julio Cortázar nació en Bruselas el 26 de agosto de 1914, de padres argentinos. Llegó a Argentina a los cuatro años de edad. Pasó la infancia en Bánfield, un suburbio de Buenos Aires. En 1932 se graduó como maestro de escuela e inició estudios en la Universidad de Buenos Aires los que debió abandonar por razones económicas. Enseñó literatura francesa en la Universidad de Cuyo, Mendoza y renunció a su cargo por desacuerdos con el gobierno. En 1951 se trasladó a París donde trabajó como traductor independiente. En 1938 publicó, con el seudónimo Julio Denis, el libro de sonetos Presencia.




En 1949 aparece su obra dramática Los reyes. Dos años después, en 1951, publica Bestiario. A partir de los años sesenta se difunden los textos que le dieron renombre internacional, las novelas: Los premios (1960), Rayuela (1963), 62/ Modelo para armar (1968) y Libro de Manuel (1973). Otros libros que incluyen relatos, cuentos y géneros híbridos (ensayos, crónicas, cuentos, mini-ficciones y textos humorísticos) son: Final de juego (1956), Las armas secretas (1959), Historias de cronopios y famas (1962), Todos los fuegos el fuego (1966), La vuelta al día en ochenta mundos (1967), Último round (1968), Octaedro (1974), Alguien que anda por ahí (1977), Un tal Lucas (1979), Queremos tanto a Glenda (1980), Deshoras (1982). En 1984 recibió de manos de Ernesto Cardenal (poeta y entonces Ministro de Cultura de Nicaragua) la "Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío". Murió en París el 12 de febrero de 1984. Ese año en México se publicó el poemario Salvo el crepúsculo. A partir de 1986 han visto la luz las obras completas de Cortázar, incluso aquellas que habían permanecido inéditas. Su obra es un homenaje a la fantasía, el humor, la imaginación creadora y el manejo magistral del lenguaje.

El Cuento de la Isla Desconocida



José Saramago


Un hombre llamó a la puerta del rey y le dijo, Dame un barco. La casa del rey tenía muchas más puertas, pero aquélla era la de las peticiones. Como el rey se pasaba todo el tiempo sentado ante la puerta de los obsequios (entiéndase, los obsequios que le entregaban a él), cada vez que oía que alguien llamaba a la puerta de las peticiones se hacía el desentendido, y sólo cuando el continuo repiquetear de la aldaba de bronce subía a un tono, más que notorio, escandaloso, impidiendo el sosiego de los vecinos (las personas comenzaban a murmurar, Qué rey tenemos, que no atiende), daba orden al primer secretario para que fuera a ver lo que quería el impetrante, que no había manera de que se callara. Entonces, el primer secretario llamaba al segundo secretario, éste llamaba al tercero, que mandaba al primer ayudante, que a su vez mandaba al segundo, y así hasta llegar a la mujer de la limpieza que, no teniendo en quién mandar, entreabría la puerta de las peticiones y preguntaba por el resquicio, Y tú qué quieres. El suplicante decía a lo que venía, o sea, pedía lo que tenía que pedir, después se instalaba en un canto de la puerta, a la espera de que el requerimiento hiciese, de uno en uno, el camino contrario, hasta llegar al rey. Ocupado como siempre estaba con los obsequios, el rey demoraba la respuesta, y ya no era pequeña señal de atención al bienestar y felicidad del pueblo cuando pedía un informe fundamentado por escrito al primer secretario que, excusado será decirlo, pasaba el encargo al segundo secretario, éste al tercero, sucesivamente, hasta llegar otra vez a la mujer de la limpieza, que opinaba sí o no de acuerdo con el humor con que se hubiera levantado.
Sin embargo, en el caso del hombre que quería un barco, las cosas no ocurrieron así. Cuando la mujer de la limpieza le preguntó por el resquicio de la puerta, Y tú qué quieres, el hombre, en vez de pedir, como era la costumbre de todos, un título, una condecoración, o simplemente dinero, respondió. Quiero hablar con el rey, Ya sabes que el rey no puede venir, está en la puerta de los obsequios, respondió la mujer, Pues entonces ve y dile que no me iré de aquí hasta que él venga personalmente para saber lo que quiero, remató el hombre, y se tumbó todo lo largo que era en el rellano, tapándose con una manta porque hacía frío. Entrar y salir sólo pasándole por encima. Ahora, bien, esto suponía un enorme problema, si tenemos en consideración que, de acuerdo con la pragmática de las puertas, sólo se puede atender a un suplicante cada vez, de donde resulta que mientras haya alguien esperando una respuesta, ninguna otra persona podrá aproximarse para exponer sus necesidades o sus ambiciones. A primera vista, quien ganaba con este artículo del reglamento era el rey, puesto que al ser menos numerosa la gente que venía a incomodarlo con lamentos, más tiempo tenía, y más sosiego, para recibir, contemplar y guardar los obsequios. A segunda vista, sin embargo, el rey perdía, y mucho, porque las protestas públicas, al notarse que la respuesta tardaba más de lo que era justo, aumentaban gravemente el descontento social, lo que, a su vez, tenía inmediatas y negativas consecuencias en el flujo de obsequios. En el caso que estamos narrando, el resultado de la ponderación entre los beneficios y los perjuicios fue que el rey, al cabo de tres días, y en real persona, se acercó a la puerta de las peticiones, para saber lo que quería el entrometido que se había negado a encaminar el requerimiento por las pertinentes vías burocráticas. Abre la puerta, dijo el rey a la mujer de la limpieza, y ella preguntó, Toda o sólo un poco.
El rey dudó durante un instante, verdaderamente no le gustaba mucho exponerse a los aires de la calle, pero después reflexionó que parecería mal, aparte de ser indigno de su majestad, hablar con un súbdito a través de una rendija, como si le tuviese miedo, sobre todo asistiendo al coloquio la mujer de la limpieza, que luego iría por ahí diciendo Dios sabe qué, De par en par, ordenó. El hombre que quería un barco se levantó del suelo cuando comenzó a oír los ruidos de los cerrojos, enrolló la manta y se puso a esperar. Estas señales de que finalmente alguien atendería y que por tanto el lugar pronto quedaría desocupado, hicieron aproximarse a la puerta a unos cuantos aspirantes a la liberalidad del trono que andaban por allí, prontos para asaltar el puesto apenas quedase vacío. La inopinada aparición del rey (nunca una tal cosa había sucedido desde que usaba corona en la cabeza) causó una sorpresa desmedida, no sólo a los dichos candidatos, sino también entre la vecindad que, atraída por el alborozo repentino, se asomó a las ventanas de las casas, en el otro lado de la calle. La única persona que no se sorprendió fue el hombre que vino a pedir un barco. Calculaba él, y acertó en la previsión, que el rey, aunque tardase tres días, acabaría sintiendo la curiosidad de ver la cara de quien, nada más y nada menos, con notable atrevimiento, lo había mandado llamar. Dividido entre la curiosidad irreprimible y el desagrado de ver tantas personas juntas, el rey, con el peor de los modos, preguntó tres preguntas seguidas, Tú qué quieres, Por qué no dijiste lo que querías, Te crees que no tengo nada más que hacer, pero el hombre sólo respondió a la primera pregunta, Dame un barco, dijo. El asombro dejó al rey hasta tal punto desconcertado que la mujer de la limpieza se vio obligada a acercarle una silla de enea, la misma en que ella se sentaba cuando necesitaba trabajar con el hilo y la aguja, pues, además de la limpieza, tenía también la responsabilidad de algunas tareas menores de costura en el palacio, como zurcir las medias de los pajes. Mal sentado, porque la silla de enea era mucho más baja que el trono, el rey buscaba la mejor manera de acomodar las piernas, ora encogiéndolas, ora extendiéndolas para los lados, mientras el hombre que quería un barco esperaba con paciencia la pregunta que seguiría, Y tú para qué quieres un barco, si puede saberse, fue lo que el rey preguntó cuando finalmente se dio por instalado con sufrible comodidad en la silla de la mujer de la limpieza, Para buscar la isla desconocida, respondió el hombre. Qué isla desconocida, preguntó el rey, disimulando la risa, como si tuviese enfrente a un loco de atar, de los que tienen manías de navegaciones, a quien no sería bueno contrariar así de entrada, La isla desconocida, repitió el hombre, Hombre, ya no hay islas desconocidas, Quién te ha dicho, rey, que ya no hay islas desconocidas, Están todas en los mapas, En los mapas están sólo las islas conocidas, Y qué isla desconocida es esa que tú buscas, Si te lo pudiese decir, entonces no sería desconocida, A quién has oído hablar de ella, preguntó el rey, ahora más serio, A nadie, En ese caso, por qué te empeñas en decir que ella existe, Simplemente porque es imposible que no exista una isla desconocida, Y has venido aquí para pedirme un barco, Sí, vine aquí para pedirte un barco, Y tú quién eres para que yo te lo dé, Y tú quién eres para no dármelo, Soy el rey de este reino y los barcos del reino me pertenecen todos, Más les pertenecerás tú a ellos que ellos a ti, Qué quieres decir, preguntó el rey inquieto, Que tú sin ellos nada eres, y que ellos, sin ti, pueden navegar siempre, Bajo mis órdenes, con mis pilotos y mis marineros, No te pido marineros ni piloto, sólo te pido un barco, Y esa isla desconocida, si la encuentras, será para mí, A ti, rey, sólo te interesan las islas conocidas,
También me interesan las desconocidas, cuando dejan de serlo, Tal vez ésta no se deje conocer, Entonces no te doy el barco, Darás. Al oír esta palabra, pronunciada con tranquila firmeza, los aspirantes a la puerta de las peticiones, en quienes, minuto tras minuto, desde el principio de la conversación iba creciendo la impaciencia, más por librarse de él que por simpatía solidaria, resolvieron intervenir en favor del hombre que quería el barco, comenzando a gritar. Dale el barco, dale el barco. El rey abrió la boca para decirle a la mujer de la limpieza que llamara a la guardia del palacio para que estableciera inmediatamente el orden público e impusiera disciplina, pero, en ese momento, las vecinas que asistían a la escena desde las ventanas se unieron al coro con entusiasmo, gritando como los otros, Dale el barco, dale el barco. Ante tan ineludible manifestación de voluntad popular y preocupado con lo que, mientras tanto, habría perdido en la puerta de los obsequios, el rey levantó la mano derecha imponiendo silencio y dijo, Voy a darte un barco, pero la tripulación tendrás que conseguirla tú, mis marineros me son precisos para las islas conocidas. Los gritos de aplauso del público no dejaron que se percibiese el agradecimiento del hombre que vino a pedir un barco, por el movimiento de los labios tanto podría haber dicho Gracias, mi señor, como Ya me las arreglaré, pero lo que nítidamente se oyó fue lo que a continuación dijo el rey, Vas al muelle, preguntas por el capitán del puerto, le dices que te mando yo, y él que te dé el barco, llevas mi tarjeta. El hombre que iba a recibir un barco leyó la tarjeta de visita, donde decía Rey debajo del nombre del rey, y eran éstas las palabras que él había escrito sobre el hombro de la mujer de la limpieza, Entrega al portador un barco, no es necesario que sea grande, pero que navegue bien y sea seguro, no quiero tener remordimientos en la conciencia si las cosas ocurren mal. Cuando el hombre levantó la cabeza, se supone que esta vez iría a agradecer la dádiva, el rey ya se había retirado, sólo estaba la mujer de la limpieza mirándolo con cara de circunstancias. El hombre bajó del peldaño de la puerta, señal de que los otros candidatos podían avanzar por fin, superfluo será explicar que la confusión fue indescriptible, todos queriendo llegar al sitio en primer lugar, pero con tan mala suerte que la puerta ya estaba cerrada otra vez. La aldaba de bronce volvió a llamar a la mujer de la limpieza, pero la mujer de la limpieza no está, dio la vuelta y salió con el cubo y la escoba por otra puerta, la de las decisiones, que apenas es usada, pero cuando lo es, lo es. Ahora sí, ahora se comprende el porqué de la cara de circunstancias con que la mujer de la limpieza estuvo mirando, ya que, en ese preciso momento, había tomado la decisión de seguir al hombre así que él se dirigiera al puerto para hacerse cargo del barco. Pensó que ya bastaba de una vida de limpiar y lavar palacios, que había llegado la hora de mudar de oficio, que lavar y limpiar barcos era su vocación verdadera, al menos en el mar el agua no le faltaría. No imagina el hombre que, sin haber comenzado a reclutar la tripulación, ya lleva detrás a la futura responsable de los baldeos y otras limpiezas, también es de este modo como el destino acostumbra a comportarse con nosotros, ya está pisándonos los talones, ya extendió la mano para tocarnos en el hombro, y nosotros todavía vamos murmurando, Se acabó, no hay nada más que ver, todo es igual.
Andando, andando, el hombre llegó al puerto, fue al muelle, preguntó por el capitán, y mientras venía, se puso a adivinar cuál sería, de entre los barcos que allí estaban, el que iría a ser suyo, grande ya sabía que no, la tarjeta de visita del rey era muy clara en este punto, por consiguiente quedaban descartados los paquebotes, los cargueros y los navíos de guerra, tampoco podría ser tan pequeño que aguantase mal las fuerzas del viento y los rigores del mar, en este punto también había sido categórico el rey, que navegue bien y sea seguro, fueron éstas sus formales palabras, excluyendo así explícitamente los botes, las falúas y las chalupas, que siendo buenos navegantes, y seguros, cada uno conforme a su condición, no nacieron para surcar los océanos, que es donde se encuentran las islas desconocidas. Un poco apartada de allí, escondida detrás de unos bidones, la mujer de la limpieza pasó los ojos por los barcos atracados, Para mi gusto, aquél, pensó, aunque su opinión no contaba, ni siquiera había sido contratada, vamos a oír antes lo que dirá el capitán del puerto. El capitán vino, leyó la tarjeta, miró al hombre de arriba abajo y le hizo la pregunta que al rey no se le había ocurrido, Sabes navegar, tienes carnét de navegación, a lo que el hombre respondió, Aprenderé en el mar. El capitán dijo, No te lo aconsejaría, capitán soy yo, y no me atrevo con cualquier barco, Dame entonces uno con el que pueda atreverme, no, uno de ésos no, dame un barco que yo respete y que pueda respetarme a mí, Ese lenguaje es de marinero, pero tú no eres marinero, Si tengo el lenguaje, es como si lo fuese. El capitán volvió a leer la tarjeta del rey, después preguntó, Puedes decirme para qué quieres el barco, Para ir en busca de la isla desconocida, Ya no hay islas desconocidas, Lo mismo me dijo el rey, Lo que él sabe de islas lo aprendió conmigo, Es extraño que tú, siendo hombre de mar, me digas eso, que ya no hay islas desconocidas, hombre de tierra soy yo, y no ignoro que todas las islas, incluso las conocidas, son desconocidas mientras no desembarcamos en ellas, Pero tú, si bien entiendo, vas a la búsqueda de una donde nadie haya desembarcado nunca, Lo sabré cuando llegue, Si llegas, Sí, a veces se naufraga en el camino, pero si tal me ocurre, deberás escribir en los anales del puerto que el punto adonde llegué fue ése, Quieres decir que llegar, se llega siempre, No serías quien eres si no lo supieses ya. El capitán del puerto dijo, Voy a darte la embarcación que te conviene. Cuál, Es un barco con mucha experiencia, todavía del tiempo en que toda la gente andaba buscando islas desconocidas, Cuál, Creo que incluso encontró algunas, Cuál, Aquél. Así que la mujer de la limpieza percibió para dónde apuntaba el capitán, salió corriendo de detrás de los bidones y gritó, Es mi barco, es mi barco, hay que perdonarle la insólita reivindicación de propiedad, a todo título abusiva, el barco era aquel que le había gustado, simplemente. Parece una carabela, dijo el hombre, Más o menos, concordó el capitán, en su origen era una carabela, después pasó por arreglos y adaptaciones que la modificaron un poco, Pero continúa siendo una carabela, Sí, en el conjunto conserva el antiguo aire, Y tiene mástiles y velas, Cuando se va en busca de islas desconocidas, es lo más recomendable. La mujer de la limpieza no se contuvo, Para mí no quiero otro, Quién eres tú, preguntó el hombre, No te acuerdas de mí, No tengo idea, Soy la mujer de la limpieza, Qué limpieza, La del palacio del rey, La que abría la puerta de las peticiones, No había otra, Y por qué no estás en el palacio del rey, limpiando y abriendo puertas, Porque las puertas que yo quería ya fueron abiertas y porque de hoy en adelante sólo limpiaré barcos, Entonces estás decidida a ir conmigo en busca de la isla desconocida, Salí del palacio por la puerta de las decisiones, Siendo así, ve para la carabela, mira cómo está aquello, después del tiempo pasado debe precisar de un buen lavado, y ten cuidado con las gaviotas, que no son de fiar, No quieres venir conmigo a conocer tu barco por dentro, Dijiste que era tuyo, Disculpa, fue sólo porque me gustó, Gustar es probablemente la mejor manera de tener, tener debe de ser la peor manera de gustar. El capitán del puerto interrumpió la conversación, Tengo que entregar las llaves al dueño del barco, a uno o a otro, resuélvanlo, a mí tanto me da, Los barcos tienen llave, preguntó el hombre, Para entrar, no, pero allí están las bodegas y los pañoles, y el camarote del comandante con el diario de a bordo, Ella que se encargue de todo, yo voy a reclutar la tripulación, dijo el hombre, y se apartó.
La mujer de la limpieza fue a la oficina del capitán para recoger las llaves, después entró en el barco, dos cosas le valieron, la escoba del palacio y el aviso contra las gaviotas, todavía no había acabado de atravesar la pasarela que unía la amurada al atracadero y ya las malvadas se precipitaban sobre ella gritando, furiosas, con las fauces abiertas, como si la fueran a devorar allí mismo. No sabían con quién se enfrentaban. La mujer de la limpieza posó el cubo, se guardó las llaves en el seno, plantó bien los pies en la pasarela y, remolineando la escoba como si fuese un espadón de los buenos tiempos, consiguió poner en desbandada a la cuadrilla asesina. Sólo cuando entró en el barco comprendió la ira de las gaviotas, había nidos por todas partes, muchos de ellos abandonados, otros todavía con huevos, y unos pocos con gaviotillas de pico abierto, a la espera de comida, Pues sí, pero será mejor que se muden de aquí, un barco que va en busca de la isla desconocida no puede tener este aspecto, como si fuera un gallinero, dijo. Tiró al agua los nidos vacíos, los otros los dejó, luego veremos. Después se remangó las mangas y se puso a lavar la cubierta. Cuando acabó la dura tarea, abrió el pañol de las velas y procedió a un examen minucioso del estado de las costuras, tanto tiempo sin ir al mar y sin haber soportado los estirones saludables del viento. Las velas son los músculos del barco, basta ver cómo se hinchan cuando se esfuerzan, pero, y eso mismo les sucede a los músculos, si no se les da uso regularmente, se aflojan, se ablandan, pierden nervio. Y las costuras son los nervios de las velas, pensó la mujer de la limpieza, contenta por aprender tan de prisa el arte de la marinería. Encontró deshilachadas algunas bastillas, pero se conformó con señalarlas, dado que para este trabajo no le servían la aguja y el hilo con que zurcía las medias de los pajes antiguamente, o sea, ayer. En cuanto a los otros pañoles, enseguida vio que estaban vacíos. Que el de la pólvora estuviese desabastecido, salvo un polvillo negro en el fondo, que al principio le parecieron cagaditas de ratón, no le importó nada, de hecho no está escrito en ninguna ley, por lo menos hasta donde la sabiduría de una mujer de la limpieza es capaz de alcanzar, que ir a por una isla desconocida tenga que ser forzosamente una empresa de guerra. Ya le enfadó, y mucho, la falta absoluta de municiones de boca en el pañol respectivo, no por ella, que estaba de sobra acostumbrada al mal rancho del palacio, sino por el hombre al que dieron este barco, no tarda que el sol se ponga, y él aparecerá por ahí clamando que tiene hambre, que es el dicho de todos los hombres apenas entran en casa, como si sólo ellos tuviesen estómago y sufriesen de la necesidad de llenarlo, Y si trae marineros para la tripulación, que son unos ogros comiendo, entonces no sé cómo nos vamos a gobernar, dijo la mujer de la limpieza.
No merecía la pena preocuparse tanto. El sol acababa de sumirse en el océano cuando el hombre que tenía un barco surgió en el extremo del muelle. Traía un bulto en la mano, pero venía solo y cabizbajo. La mujer de la limpieza fue a esperarlo a la pasarela, antes de que abriera la boca para enterarse de cómo había transcurrido el resto del día, él dijo, Estáte tranquila, traigo comida para los dos, Y los marineros, preguntó ella, Como puedes ver, no vino ninguno, Pero los dejaste apalabrados, al menos, volvió a preguntar ella, Me dijeron que ya no hay islas desconocidas, y que, incluso habiéndolas, no iban a dejar el sosiego de sus lares y la buena vida de los barcos de línea para meterse en aventuras oceánicas, a la búsqueda de un imposible, como si todavía estuviéramos en el tiempo del mar tenebroso, Y tú qué les respondiste, Que el mar es siempre tenebroso, Y no les hablaste de la isla desconocida, Cómo podría hablarles de una isla desconocida, si no la conozco, Pero tienes la certeza de que existe, Tanta como de que el mar es tenebroso, En este momento, visto desde aquí, con las aguas color de jade y el cielo como un incendio, de tenebroso no le encuentro nada, Es una ilusión tuya, también las islas a veces parece que fluctúan sobre las aguas y no es verdad, Qué piensas hacer, si te falta una tripulación, Todavía no lo sé, Podríamos quedarnos a vivir aquí, yo me ofrecería para lavar los barcos que vienen al muelle, y tú, Y yo, Tendrás un oficio, una profesión, como ahora se dice, Tengo, tuve, tendré si fuera preciso, pero quiero encontrar la isla desconocida, quiero saber quién soy yo cuando esté en ella, No lo sabes, Si no sales de ti, no llegas a saber quién eres, El filósofo del rey, cuando no tenía nada que hacer, se sentaba junto a mí, para verme zurcir las medias de los pajes, y a veces le daba por filosofar, decía que todo hombre es una isla, yo, como aquello no iba conmigo, visto que soy mujer, no le daba importancia, tú qué crees, Que es necesario salir de la isla para ver la isla, que no nos vemos si no nos salimos de nosotros, Si no salimos de nosotros mismos, quieres decir, No es igual. El incendio del cielo iba languideciendo, el agua de repente adquirió un color morado, ahora ni la mujer de la limpieza dudaría que el mar es de verdad tenebroso, por lo menos a ciertas horas.
Dijo el hombre, Dejemos las filosofías para el filósofo del rey, que para eso le pagan, ahora vamos a comer, pero la mujer no estuvo de acuerdo, Primero tienes que ver tu barco, sólo lo conoces por fuera. Qué tal lo encontraste, Hay algunas costuras de las velas que necesitan refuerzo, Bajaste a la bodega, encontraste agua abierta, En el fondo hay alguna, mezclada con el lastre, pero eso me parece que es lo apropiado, le hace bien al barco, Cómo aprendiste esas cosas, Así, Así cómo, Como tú, cuando dijiste al capitán del puerto que aprenderías a navegar en la mar, Todavía no estamos en el mar, Pero ya estamos en el agua, Siempre tuve la idea de que para la navegación sólo hay dos maestros verdaderos, uno es el mar, el otro es el barco, Y el cielo, te olvidas del cielo, Sí, claro, el cielo, Los vientos, Las nubes, El cielo, Sí, el cielo.
En menos de un cuarto de hora habían acabado la vuelta por el barco, una carabela, incluso transformada, no da para grandes paseos. Es bonita, dijo el hombre, pero si no consigo tripulantes suficientes para la maniobra, tendré que ir a decirle al rey que ya no la quiero, Te desanimas a la primera contrariedad, La primera contrariedad fue esperar al rey tres días, y no desistí, Si no encuentras marineros que quieran venir, ya nos las arreglaremos los dos, Estás loca, dos personas solas no serían capaces de gobernar un barco de éstos, yo tendría que estar siempre al timón, y tú, ni vale la pena explicarlo, es una locura, Después veremos, ahora vamos a cenar. Subieron al castillo de popa, el hombre todavía protestando contra lo que llamara locura, allí la mujer de la limpieza abrió el fardel que él había traído, un pan, queso curado, de cabra, aceitunas, una botella de vino. La luna ya estaba a medio palmo sobre el mar, las sombras de la verga y del mástil grande vinieron a tumbarse a sus pies. Es realmente bonita nuestra carabela, dijo la mujer, y enmendó enseguida, La tuya, tu carabela, Supongo que no será mía por mucho tiempo, Navegues o no navegues con ella, la carabela es tuya, te la dio el rey, Se la pedí para buscar una isla desconocida, Pero estas cosas no se hacen de un momento para otro, necesitan su tiempo, ya mi abuelo decía que quien va al mar se avía en tierra, y eso que él no era marinero, Sin marineros no podremos navegar, Eso ya lo has dicho, Y hay que abastecer el barco de las mil cosas necesarias para un viaje como éste, que no se sabe adónde nos llevará, Evidentemente, y después tendremos que esperar a que sea la estación apropiada, y salir con marea buena, y que venga gente al puerto a desearnos buen viaje, Te estás riendo de mí, Nunca me reiría de quien me hizo salir por la puerta de las decisiones, Discúlpame, Y no volveré a pasar por ella, suceda lo que suceda. La luz de la luna iluminaba la cara de la mujer de la limpieza, Es bonita, realmente es bonita, pensó el hombre, y esta vez no se refería a la carabela. La mujer, ésa, no pensó nada, lo habría pensado todo durante aquellos tres días, cuando entreabría de vez en cuando la puerta para ver si aquél aún continuaba fuera, a la espera. No sobró ni una miga de pan o de queso, ni una gota de vino, los huesos de las aceitunas fueron a parar al agua, el suelo está tan limpio como quedó cuando la mujer de la limpieza le pasó el último paño. La sirena de un paquebote que se hacía a la mar soltó un ronquido potente, como debieron de ser los del leviatán, y la mujer dijo, Cuando sea nuestra vez, haremos menos ruido. A pesar de que estaban en el interior del muelle, el agua se onduló un poco al paso del paquebote, y el hombre dijo, Pero nos balancearemos mucho más. Se rieron los dos, después se callaron, pasado un rato uno de ellos opinó que lo mejor sería irse a dormir. No es que yo tenga mucho sueño, y el otro concordó, Ni yo, después se callaron otra vez, la luna subió y continuó subiendo, a cierta altura la mujer dijo, Hay literas abajo, y el hombre dijo, Sí, y entonces fue cuando se levantaron y descendieron a la cubierta, ahí la mujer dijo, Hasta mañana, yo voy para este lado, y el hombre respondió, Y yo para éste, hasta mañana, no dijeron babor o estribor, probablemente porque todavía están practicando en las artes. La mujer volvió atrás, Me había olvidado, se sacó del bolsillo dos cabos de velas, Los encontré cuando limpiaba, pero no tengo cerillas, Yo tengo, dijo el hombre. Ella mantuvo las velas, una en cada mano, él encendió un fósforo, después, abrigando la llama bajo la cúpula de los dedos curvados la llevó con todo el cuidado a los viejos pabilos, la luz prendió, creció lentamente como la de la luna, bañó la cara de la mujer de la limpieza, no sería necesario decir que él pensó, Es bonita, pero lo que ella pensó, sí, Se ve que sólo tiene ojos para la isla desconocida, he aquí cómo se equivocan las personas interpretando miradas, sobre todo al principio. Ella le entregó una vela, dijo, Hasta mañana, duerme bien, él quiso decir lo mismo, de otra manera, Que tengas sueños felices, fue la frase que le salió, dentro de nada, cuando esté abajo, acostado en su litera, se le ocurrirán otras frases, más espiritosas, sobre todo más insinuantes, como se espera que sean las de un hombre cuando está a solas con una mujer. Se preguntaba si ella dormiría, si habría tardado en entrar en el sueño, después imaginó que andaba buscándola y no la encontraba en ningún sitio, que estaban perdidos los dos en un barco enorme, el sueño es un prestidigitador hábil, muda las proporciones de las cosas y sus distancias, separa a las personas y ellas están juntas, las reúne, y casi no se ven una a otra, la mujer duerme a pocos metros y él no sabe cómo alcanzarla, con lo fácil que es ir de babor a estribor.
Le había deseado buenos sueños, pero fue él quien se pasó toda la noche soñando. Soñó que su carabela navegaba por alta mar, con las tres velas triangulares gloriosamente hinchadas, abriendo camino sobre las olas, mientras él manejaba la rueda del timón y la tripulación descansaba a la sombra. No entendía cómo estaban allí los marineros que en el puerto y en la ciudad se habían negado a embarcar con él para buscar la isla desconocida, probablemente se arrepintieron de la grosera ironía con que lo trataron. Veía animales esparcidos por la cubierta, patos, conejos, gallinas, lo habitual de la crianza doméstica, comiscando los granos de millo o royendo las hojas de col que un marinero les echaba, no se acordaba de cuándo los habían traído para el barco, fuese como fuese, era natural que estuviesen allí, imaginemos que la isla desconocida es, como tantas veces lo fue en el pasado, una isla desierta, lo mejor será jugar sobre seguro, todos sabemos que abrir la puerta de la conejera y agarrar un conejo por las orejas siempre es más fácil que perseguirlo por montes y valles. Del fondo de la bodega sube ahora un relincho de caballos, de mugidos de bueyes, de rebuznos de asnos, las voces de los nobles animales necesarios para el trabajo pesado, y cómo llegaron ellos, cómo pueden caber en una carabela donde la tripulación humana apenas tiene lugar, de súbito el viento dio una cabriola, la vela mayor se movió y ondeó, detrás estaba lo que antes no se veía, un grupo de mujeres que incluso sin contarlas se adivinaba que eran tantas cuantos los marineros, se ocupan de sus cosas de mujeres, todavía no ha llegado el tiempo de ocuparse de otras, está claro que esto sólo puede ser un sueño, en la vida real nunca se ha viajado así. El hombre del timón buscó con los ojos a la mujer de la limpieza y no la vio. Tal vez esté en la litera de estribor, descansando de la limpieza de la cubierta, pensó, pero fue un pensar fingido, porque bien sabe, aunque tampoco sepa cómo lo sabe, que ella a última hora no quiso venir, que saltó para el embarcadero, diciendo desde allí, Adiós, adiós, ya que sólo tienes ojos para la isla desconocida, me voy, y no era verdad, ahora mismo andan los ojos de él pretendiéndola y no la encuentran. En este momento se cubrió el cielo y comenzó a llover y, habiendo llovido, principiaron a brotar innumerables plantas de las filas de sacos de tierra alineados a lo largo de la amurada, no están allí porque se sospeche que no haya tierra bastante en la isla desconocida, sino porque así se ganará tiempo, el día que lleguemos sólo tendremos que trasplantar los árboles frutales, sembrar los granos de las pequeñas cosechas que van madurando aquí, adornar los jardines con las flores que abrirán de estos capullos. El hombre del timón pregunta a los marineros que descansan en cubierta si avistan alguna isla desconocida, y ellos responden que no ven ni de unas ni de otras, pero que están pensando desembarcar en la primera tierra habitada que aparezca, siempre que haya un puerto donde fondear, una taberna donde beber y una cama donde folgar, que aquí no se puede, con toda esta gente junta. Y la isla desconocida, preguntó el hombre del timón, La isla desconocida es cosa inexistente, no pasa de una idea de tu cabeza, los geógrafos del rey fueron a ver en los mapas y declararon que islas por conocer es cosa que se acabó hace mucho tiempo, Debíais haberos quedado en la ciudad, en lugar de venir a entorpecerme la navegación, Andábamos buscando un lugar mejor para vivir y decidimos aprovechar tu viaje, No sois marineros, Nunca lo fuimos, Solo no seré capaz de gobernar el barco, Haber pensado en eso antes de pedírselo al rey, el mar no enseña a navegar. Entonces el hombre del timón vio tierra a lo lejos y quiso pasar adelante, hacer cuenta de que ella era el reflejo de otra tierra, una imagen que hubiese venido del otro lado del mundo por el espacio, pero los hombres que nunca habían sido marineros protestaron, dijeron que era allí mismo donde querían desembarcar, Esta es una isla del mapa, gritaron, te mataremos si no nos llevas. Entonces, por sí misma, la carabela viró la proa en dirección a tierra, entró en el puerto y se encostó a la muralla del embarcadero, Podéis iros, dijo el hombre del timón, acto seguido salieron en orden, primero las mujeres, después los hombres, pero no se fueron solos, se llevaron con ellos los patos, los conejos y las gallinas, se llevaron los bueyes, los asnos y los caballos, y hasta las gaviotas, una tras otra, levantaron el vuelo y se fueron del barco, transportando en el pico a sus gaviotillas, proeza que no habían acometido nunca, pero siempre hay una primera vez. El hombre del timón contempló la desbandada en silencio, no hizo nada para retener a quienes lo abandonaban, al menos le habían dejado los árboles, los trigos y las flores, con las trepadoras que se enrollaban a los mástiles y pendían de la amurada como festones. Debido al atropello de la salida se habían roto y derramado los sacos de tierra, de modo que la cubierta era como un campo labrado y sembrado, sólo falta que caiga un poco más de lluvia para que sea un buen año agrícola. Desde que el viaje a la isla desconocida comenzó, no se ha visto comer al hombre del timón, debe de ser porque está soñando, apenas soñando, y si en el sueño les apeteciese un trozo de pan o una manzana, sería un puro invento, nada más. Las raíces de los árboles están penetrando en el armazón del barco, no tardará mucho en que estas velas hinchadas dejen de ser necesarias, bastará que el viento sople en las copas y vaya encaminando la carabela a su destino. Es un bosque que navega y se balancea sobre las olas, un bosque en donde, sin saberse cómo, comenzaron a cantar pájaros, estarían escondidos por ahí y pronto decidieron salir a la luz, tal vez porque la cosecha ya esté madura y es la hora de la siega. Entonces el hombre fijó la rueda del timón y bajó al campo con la hoz en la mano, y, cuando había segado las primeras espigas, vio una sombra al lado de su sombra. Se despertó abrazado a la mujer de la limpieza, y ella a él, confundidos los cuerpos, confundidas las literas, que no se sabe si ésta es la de babor o la de estribor. Después, apenas el sol acabó de nacer, el hombre y la mujer fueron a pintar en la proa del barco, de un lado y de otro, en blancas letras, el nombre que todavía le faltaba a la carabela. Hacia la hora del mediodía, con la marea, La Isla Desconocida se hizo por fin a la mar, a la búsqueda de sí misma.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

ENTRE EL DESCONTENTO Y LA RESPONSABILIDAD

Por Héctor Farina (*)

El descontento generalizado de una sociedad afectada por la pobreza, la escasez de empleo, una educación deficiente y arcaica, y -sobre todo- por los sistemas de corrupción que sistemáticamente han robado oportunidades y esperanza, se encuentra ahora en un momento estratégico para su canalización en las elecciones presidenciables de la próxima semana. Más allá de las quejas estériles, de los lamentos y los gritos sin sentido, las urnas serán el receptáculo de las frustraciones y esperanzas, del poder que deben ejercer los ciudadanos para marcar el rumbo que se quiere para los próximos cinco años.Las elecciones sorprenden al Paraguay en un momento álgido de su historia en el que se mezclan años de pobreza y frustración, el dolor de familias fragmentadas por el exilio económico, las campañas proselitistas populistas y la amenaza de que tras un ritual electoral se sigan manteniendo los mismos esquemas de corrupción y miseria. Con un partido político que gobierna al país desde hace más de 60 años –35 de ellos bajo la dictadura de Stroessner-, con 19 años de una “transición” que todavía no tiene destino conocido, con una oposición que no termina de convencer, y con promesas de cambio no sustentadas sólidamente en programas serios, el futuro cercano sigue siendo incierto aunque el síntoma más claro es el cansancio de la gente.Ese descontento de la ciudadanía se nota en el éxodo de los paraguayos, que prefieren probar suerte en algún lugar desconocido antes que vivir soportando los males que arrastra el país desde hace décadas. Se nota en la falta de participación, en el desinterés hacia los temas importantes como la educación, en la creencia de que las cosas seguirán igual por más que uno intente mejorar, en la falta de convicción para cuestionar, proponer y empezar a construir por cuenta propia sin esperar el apoyo que nunca llegó.El cansancio y el descontento se reflejaron en México, un país que fue gobernado durante 71 años por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y que en las elecciones del año 2000 cedió el paso a la alternancia, más bien por el castigo de la gente que por los méritos de la oposición. Ese mismo descontento se siente hoy en el Paraguay, ante un Partido Colorado -el que más tiempo tiene en el poder, en todo el mundo, tras la caída del PRI- que en seis décadas no ha podido sacar al país del atraso ni generar condiciones para que la gente viva dignamente. Y ese descontento podría marcar un punto de inflexión en la política paraguaya, aunque todavía falta transformar el hartazgo en algo concreto, en una actitud sólida que nos lleve a construir un país mejor y no sólo a darle el beneficio de la duda al otro.Pero no se trata sólo de procurar un cambio como consecuencia del descontento, sino de asumir la responsabilidad histórica que nos corresponde como ciudadanos. Se trata de elegir lo que consideramos mejor para todos y no sólo para los oportunistas, de negarse a seguir tolerando actos de corrupción, de no extenderle cheques en blanco a los sinvergüenzas, de no dejarse sobornar por regalos y promesas de los que sabemos que no buscan más que su propio beneficio.La responsabilidad de los paraguayos hoy comienza con definir en las urnas cuál es el país que queremos y en manos de quiénes dejamos las riendas del gobierno. Y nuestra responsabilidad consiste no sólo en elegir, sino en convertirnos en contralores, cuestionadores y participantes activos en la construcción de una sociedad mejor. Se debe exigir respuestas concretas, planes serios para hacer crecer la economía, un sistema efectivo que garantice una educación competitiva y sobre todo honestidad en el manejo de los bienes públicos. Los ciudadanos deben ser el contrapeso de las autoridades y no sólo esperar que se colme el vaso del hartazgo para manifestar con actos nuestro descontento.

viernes, 26 de septiembre de 2008

PROGRESO Y RETROCESO




Inventaron un cristal que dejaba pasar las moscas. La mosca venía, empujaba un poco con la cabeza y pop ya estaba del otro lado. Alegría enormísima de la mosca. Todo lo arruinó un sabio húngaro al descubrir que la mosca podía entrar pero no salir, o viceversa, a causa de no se sabe qué macana en la flexibilidad de las fibras de este cristal que era muy fibroso. En seguida inventaron el cazamoscas con un terrón de azúcar adentro, y muchas moscas morían desesperadas. Así acabó toda posible confraternidad con estos animales dignos de mejor suerte.

LA CUCHARADA ESTRECHA
Un fama descubrió que la virtud era un microbio redondo y lleno de patas. Instantáneamente dio a beber una gran cucharada de virtud a su suegra. El resultado fue horrible: esta señora renunció a sus comentarios mordaces, fundó un club para la protección de alpinistas extraviados, y en menos de dos meses se condujo de manera tan ejemplar que los defectos de su hija, hasta entonces inadvertidos, pasaron a primer plano con gran sobresalto y estupefacción del fama. No le quedó más remedio que dar una cucharada de virtud a su mujer, la cual lo abandonó esa misma noche por encontrarlo grosero, insignificante, y en un todo diferente de los arquetipos morales que flotaban rutilando ante sus ojos.El fama lo pensó largamente, y al final se tomó un frasco de virtud. Pero lo mismo sigue viviendo solo y triste. Cuando se cruza en la calle con su suegra o su mujer, ambos se saludan respetuosamente y desde lejos. No se atreven ni siquiera a hablarse, tanta es su respectiva perfección y el miedo que tienen de contaminarse



CUENTOS DECRONOPIOS DE JULIO CORTAZAR.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Carta de Julio Cortázar a Roberto Fernández Retamar sobre la muerte del Che


París, 29 de octubre de 1967
Roberto, Adelaida, mis muy queridos:Anoche volví a París desde Argel. Solo ahora, en mi casa, soy capaz de escribirles coherentemente; allá, metido en un mundo donde sólo contaba el trabajo, dejé irse los días como en una pesadilla, comprando periódico tras periódico, sin querer convencerme, mirando esas fotos que todos hemos mirado, leyendo los mismos cables y entrando hora a hora en la más dura de las aceptaciones. Entonces me llegó telefónicamente tu mensaje, Roberto, y entregué ese texto que debiste recibir y que vuelvo a enviarte aquí por si hay tiempo de que lo veas otra vez antes de que se imprima, pues sé lo que son los mecanismos del télex y lo que pasa con las palabras y las frases. Quiero decirte esto: no sé escribir cuando algo me duele tanto, no soy, no seré nunca el escritor profesional listo a producir lo que se espera de él, lo que le piden o lo que él mismo se pide desesperadamente. La verdad es que la escritura, hoy y frente a esto, me parece la más banal de las artes, una especie de refugio, de disimulo casi, la sustitución de lo insustituible. El Che ha muerto y a mí no me queda más que silencio, hasta quién sabe cuándo; si te envié este texto fue porque eras tú quien me lo pedía, y porque sé cuánto querías al Che y lo que él significaba para ti. Aquí en París encontré un cable de Lisandro Otero pidiéndome ciento cincuenta palabras para Cuba. Así, ciento cincuenta palabras, como si uno pudiera sacarse las palabras del bolsillo como monedas. No creo que pueda escribirlas, estoy vacío y seco, y caería en la retórica. Y eso no, sobre todo eso no. Lisandro me perdonará mi silencio, o lo entenderá mal, no me importa; en todo caso tu sabrás lo que siento. Mira, allá en Argel, rodeado de imbéciles burócratas, en una oficina donde se seguía con la rutina de siempre, me encerré una y otra vez en el baño para llorar; había que estar en un baño, comprendes, para estar solo, para poder desahogarse sin violar las sacrosantas reglas del buen vivir en una organización internacional. Y todo esto que te cuento también me averguenza porque hablo de mí, la eterna primera persona del singular, y en cambio me siento incapaz de decir nada de él. Me callo entonces. Recibiste, espero, el cable que te envié antes de tu mensaje. Era mi única manera de abrazarte, a ti y a Adelaida, a todos los amigos de la Casa. Y para ti también es esto, lo único que fui capaz de hacer en esas primeras horas, esto que nació como un poema y que quiero que tengas y que guardes para que estemos más juntos.

Che Yo tuve un hermano.
No nos vimos nunca pero no importaba.
Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía.Lo quise a mi modo,le tomé su voz libre como el agua,caminé de a ratos cerca de su sombra.
No nos vimos nunca pero no importaba,mi hermano despierto mientras yo dormía,mi hermano mostrándome detrás de la noche su estrella elegida.
Ya nos escribiremos. Abraza mucho a Adelaida.
Hasta siempre Julio





Extraída del libro "Fervor de la Argentina" de Roberto Fernández Retamar993, Ediciones del Sol, Buenos Aires, Argentina

Cuentos Cortos De Julio Cortázar



LA CONSERVACION DE LOS RECUERDOS
Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra".
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones." Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean.
Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.

viernes, 1 de agosto de 2008

Grupos étnicos extintos en México


Los Caxcanes eran un grupo nómada indígena. Los Caxcanes constantemente eran el blanco por parte de los Zacatecos y los Guachichiles debido a su alianza con los conquistadores españoles después de la Guerra del Mixtón. Durante la rebelión, eran descritos como "El Corazón y Centro de la Rebelión Indígena". Fueron famosamente dirigidos por Tenamaxtle. Sus principales centros de religión y población eran Nochistlán, Teul, Tlaltenango, Juchipila, Teocaltiche y Aguascalientes.
De todos los nativos Chichimeca, los Huachichiles ocupaban el territorio más extenso. La mayoría de su territorio quedaba en lo que ahora queda dentro de los estados de Zacatecas y San Luís Potosí, pero también ocupaban partes en el norte de Jalisco. Fueron considerados como guerreros y valientes. Los Huachichiles no tenían ídolos ni altar de ningún dios, a lo más lanzaban exclamaciones al cielo, mirando las estrellas, para liberarse de rayos y truenos. Actualmente en el Municipio de Arteaga Coahuila; cerca de Saltillo, por la carretera 57, rumbo a Matehuala San. Luís Potosí; existe una población llamada "El Huachichil" lugar donde; se dice; quedaron asentados los últimos indios Huachichiles esto indicaría que los habitantes actuales de la población son descendientes directos de los Chichimecas-Huachichiles
Los guaicuras --también conocidos como guaycura o waicura-- fueron un conjunto de pueblos nativos de Baja California Sur (México), que ocuparon un área que se extendía desde el sur de la actual ciudad de Loreto hasta Todos Santos. Disputaban el área de La Paz a los pericúes.
Los monguis --también conocidos como monguíes o monquis-- fueron un pueblo indígena que habitó en el centro de la península de California, México. De tradición nómada, el territorio del pueblo mongui se ubicaba en las inmediaciones de la actual ciudad de Loreto, en el estado mexicano de Baja California Sur. En ese punto, los jesuitas fundaron la segunda misión evangelizadora en la península californiana en el sitio que los indígenas llamaban Conchó.
Los pericúes —conocidos también como edúes y coras— fueron un grupo étnico que habitó en el extremo sur de la península de Baja California —en la región de Los Cabos—, al noroeste de México. Los pericúes se extinguieron étnica y lingüísticamente durante la segunda mitad del siglo XVIII. De los informes que llegaron hasta nuestros días acerca de ellos, se puede saber que vivían con gran austeridad debido a que el medio del sur de Baja California es demasiado hostil. No conocieron la agricultura y la base de su subsistencia era la cacería y la recolección. Según algunas hipótesis (Fujita, 2006), es posible que los pericúes hayan sido descendientes directos de los primeros grupos humanos que pasaron de Asia a América.
Los tecuexes eran un grupo indígena que radicaba en la parte oriental de lo que ahora es Guadalajara, México. Se cree que este grupo se formó de grupos Zacatecos dispersados de La Quemada. Como los zacatecos, los tecuexes pertenecían a los grupos llamados genéricamente chichimecas. Es bien conocido que ellos Vivian cerca a los ríos para aprovecharlos y crecer fríjol y maíz. También eran expertos en artesanías, carpintería y música. Motolinía escribió que "en cualquier lugar...todos saben trabajar la piedra, hacer una casa simple, torcer cuerda y soga, y otros oficios que no demandan mucho instrumento o arte."

Los tepanecas fueron un pueblo prehispánico, perteneciente al grupo étnico nahua, que se instaló en la Cuenca de México a mediados del siglo XII de nuestra Era. Según la tradición recopilada por varios historiadores, los tepanecas constituían una de las siete tribus que iniciaron la migración desde Chicomóztoc (en lengua náhuatl, “en las siete cuevas”; lugar que, según opinión uniforme, se localiza en la actual zona arqueológica de La Quemada, en el estado mexicano de Zacatecas). A los tepanecas correspondió, seguramente por su poderío militar, una de las mejores zonas, donde fundaron su capital, Azcapotzalco.
A la llegada de los españoles a Tenochtitlán, los tepanecas se encontraban sometidos por la Triple Alianza encabezada por los mexicas, no logrando permanecer como grupo étnico, y sólo se tiene referencia de ellos a través de la tradición prehispánica plasmada en diversos códices y documentos recopilados por historiados novo hispanos.
Los Zacatecos (náhuatl: zacatlco, 'habitantes de la tierra donde abunda el zacate’)? Fueron un grupo étnico indígena del norte de México que formó parte de la nación Chichimeca. Ellos radicaban en la mayoría de lo que ahora es el estado de Zacatecas y la parte noreste del estado de Durango. Tienen muchos descendientes directos, pero la mayoría de su cultura y tradiciones se han ido perdiendo con el tiempo. Grandes concentraciones de sus descendientes ahora viven en Zacatecas y Durango y debido a la emigración en grandes ciudades estadounidenses particularmente: Los Ángeles, Dallas, y Chicago.
Principales castas
Mestizo: hijo de español e indígena.
Castizo: hijo de mestizo y española.
Zambo: hijo de africano e indígena.
Mulato: hijo de español y africana.
Morisco: hijo de mulato con española.
Coyote o Cholo: hijo de mestizo e indígena.
Chino: hijo de mulato e indígena.
Cholo es un término usado en algunos países de América Latina, y que generalmente indica el gentilicio de la población de sangre mixta o mestiza, o también de rasgos amerindios.
Estamento es la división de la sociedad que responde a los criterios propios del Feudalismo y el Antiguo Régimen. Los estamentos tienden a ser agrupaciones cerradas, pues se entra en ellos normalmente por las circunstancias del nacimiento, a diferencia de las clases sociales, que se definen por intereses económicos. A pesar de ello, los estamentos no son absolutamente cerrados, a diferencia de las castas, y existe la posibilidad de promoción social por méritos extraordinarios (ennoblecimiento a cargo del rey por servicios militares o de otro tipo, incluso por compra a cambio de dinero), y por matrimonio, aunque las relaciones desiguales son mal vistas socialmente.
El estamento puede recibir también el nombre de estado (como en estado laico y estado eclesiástico), pues se identifica con una característica definitoria e intrínseca a la persona (como el estado civil). También puede denominarse orden, y a la sociedad que se divide según ese criterio se suele llamar sociedad estamental o sociedad de órdenes.

Jaime Chavez

Breve historia del teatro

El lugar de la representación

El teatro clásico griego (siglos VI y V a. C.) tiene como primer marco de representación cualquier lugar cercano al altar de Dionisos, dios del vino y de la fecundidad. Eran las fiestas dionisíacas o bacanales, en las cuales los hombres se cubrían con pieles de macho cabrío y cantaban y bailaban. Los cantos eran dirigidos por el corifeo. Pronto, y ante el éxito que estas manifestaciones literarias y religiosas estaban tomando, se comienzan a construir los primeros edificios destinados exclusivamente al teatro: se trataba de estructuras de piedra semicirculares asentadas sobre la falda de una colina. El lugar de la representación se encontraba en la parte inferior de la construcción. La orkestra estaba destinada a los danzantes y tenía una forma circular interrumpida por la skene, con forma de rectángulo alargado. El escenario, normalmente de madera, se elevaba tres o cuatro metros sobre la orkestra. Para lograr algunos efectos especiales, se utilizaban ganchos, poleas y plataformas.
En el teatro romano (siglos I a. C – I d. C.) se produce la ampliación del escenario a costa de la orquesta, que pierde importancia, y se mejoran los aspectos técnicos referentes a la visibilidad y a la acústica, aunque la estructura del teatro continúa siendo prácticamente la misma, con la única diferencia de que ya no se aprovechan las laderas de las colinas, sino que los teatros son edificios exentos. Tras la decadencia de Roma sobrevienen varios siglos de inactividad teatral y decadencia.

Poco a poco, gracias al impulso de la liturgia católica, el teatro reaparece como conmemoración divina en los altares de las iglesias. Se trataba de representaciones muy sencillas, sin ningún tipo de escenografía, en las cuales eran los propios oficiantes, o los monaguillos, los que representaban pasajes de la Biblia relacionados con festividades religiosas (principalmente Navidad y Semana Santa). Tal éxito obtuvieron estas sencillas representaciones que, a partir del siglo XIV, pasaron a las calles, donde seglares realizaban pequeñas representaciones sobre tablados portátiles, la mayor parte de las veces carros de madera. Los artificios técnicos eran casi inexistentes, aunque poco a poco se fueron perfeccionando.
El Renacimiento italiano redescubre a los grandes autores clásicos grecolatinos: Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes, Menandro, Séneca, Plauto, Terencio... además del manuscrito de Vitruvio titulado De architectura, en el que su autor describe con detalle la arquitectura teatral. El arte teatral se vuelve a desarrollar, y en las representaciones se incorporan decoraciones pintadas, además de una pared al fondo del escenario con puertas y ventanas, que servían como tales o como árboles o montañas, según las necesidades de la obra en cuestión. En España aparecen los corrales de comedias, patios de vecinos en los que, de manera más o menos habitual, se realizaban representaciones. De pie o sentados, delante del escenario, se encontraban los hombres pertenecientes al pueblo llano. En las galerías laterales se situaban los espectadores de más categoría social, sentados. Frente al escenario, en el primer piso de la galería, se encontraba la cazuela, ocupada por las mujeres, y en el segundo piso, la tertulia, donde se situaban los religiosos y los hombres de letras. Poco a poco se fueron perfeccionando los aspectos escenográficos. En el siglo XVIII el teatro posbarroco se mostraba espectacular en cuando a efectos y decorados, aunque vacío de contenidos. Durante la primera mitad del siglo XX se producen las innovaciones técnicas más importantes, con la incorporación definitiva de los efectos de luces y el perfeccionamiento del sonido.

miércoles, 23 de julio de 2008

El Marketing y las Elcciones en America Latina


Por: Jaime Chavez
Sociologo
Los medios de comunicación tienen un grado de importancia suprema en una contienda politica ya que esta puede hacer la diferencia entre ganar o perder la elección, el punto es que también puede crear confusión entre el pueblo elector, gracias a campañas dedicadas al desprestigio de candidatos, o dedicadas a la venta de una imagen del candidatos, en consecuencia el publico elector probablemente deja de lado las propuestas y posturas de cada candidato y se inclina mas por un rostro maquillado y bien vestido.
En la revisión inicial de los textos de consulta me encontré con datos muy interesantes en relación ha la elección del candidato y me pareció importante la siguiente cita:
“A excepción de Jorge Quiroga en Bolivia, de los siete candidatos que se propusieron para ser reelegidos, seis salieron victoriosos. Con más del 60% de los votos, Colombia, Brasil y Venezuela reeligieron a sus mandatarios salientes. Otros tres ex presidentes que habían gobernado en la década de los 80 regresaron al poder: el Premio Nobel de la Paz Oscar Arias en Costa Rica; el ex guerrillero Daniel Ortega en Nicaragua, y el socialdemócrata peruano, Alan García. Evo Morales, Lula da Silva, Hugo Chávez, Daniel Ortega, Rafael Correa son los nombres que evocan un giro hacia la izquierda en el continente” (America Latina 2006 año de Elecciones Pérez Pág. 1)
Lo que se puede apreciar en la presente cita son dos cosas a mi parecer muy importantes, primero como lo mencionaba en líneas atrás, después de un proceso electoral en una democracia joven se crean nuevas alianzas comerciales y culturales, pero según la cita de Angélica Pérez y los datos que se presenta se habla de que 3 candidatos a la presidencia ya eran mandatarios de sus respectivos estado y que fueron reelegidos, estamos hablando que de las 12 elecciones que se llevaron acabo en el 2006 el 25% mantuvieron a su mandatario optando por la continuidad lo curioso es que de esos candidatos ahora presidentes de nueva ocasión mantienen políticas de izquierda, esta el caso de Venezuela con Hugo Chávez, Brasil con Lula da silva y Álvaro Uribe por Colombia siendo la excepción el ultimo declarando su gobierno de carácter Liberal Conservador.
Por otra parte estos datos nos dicen otra cosa, que puede ser la formulación de izquierda en nuestro continente impulsada principalmente por Venezuela.

La complejidad en este caso es demasiada extensa ya que en estos procesos no solo se elige el represéntate gubernamental si no que primero se libra una batalla interna por el poder desde posturas a mi parecer desiguales, sin una regulación de los espacios de difusión adecuados tal como en los casos de candidatos a la reelección Hugo Chávez en Venezuela quien abusaba de los espacios presidenciales para enviar masajes electorales o en su caso el la guerra sucia en México donde se involucro Felipe Calderón candidato del PAN contra su similar AMLO candidato de la coalición por el bien do todos uno de los puntos de la mencionada Guerra sucia fue la participación del todavía presidente Vicente Fox en la mencionada Guerra, Un año antes de las elecciones, Fox arremetió contra AMLO en torno al tema de sus perspectivas políticas: “Cuidado y volvamos al desorden en las finanzas públicas, a la indisciplina fiscal, a la corrupción, a la opacidad, al monopolio autoritario de la toma de decisiones; todavía hay gente que promueve la duda de ir al endeudamiento con la idea de que así se da el crecimiento” (Infosel Financiero, 2005: 25 de febrero), decía Fox ,Por lo tanto si en épocas de elecciones los que vemos en el televisor (principalmente) o los que escuchan la radio o leemos en la prensa escrita son constantes descalificaciones e insultos entre candidatos, nuestra atención se desviaría a simples pleitos y reproches entre candidatos, dejando de lado los debates de contenido político.

Pero esto todavía es mas complejo ya que a partir de estos procesos electorales le damos curso tanto político, económico y social al estado donde vivimos, y esto a su vez genera cambios de postura económica a nivel internacional, de esto depende cuestiones de inversión tanto extranjera y relaciones diplomáticas con otros estados. Estos puntos no serán tratados a fondo pero me parase importante mencionarlos.
Otro de los puntos más importantes de este trabajo es la observación de las estrategias para manchar o eliminar el candidato como la llamada Guerra sucia ¿pero que es esto?

El término guerra sucia se ha utilizado en distintos contextos para indicar situaciones de intervención del ejército o de grupos paramilitares contra la población civil de un país.

En Argentina, se llamó guerra sucia a las medidas de represión militar transformadas en un genocidio político calculado en 30.000 desaparecidos, contra la llamada subversión, ciudadanos disidentes con la política del gobierno de María Estela Martínez de Perón primero, y con la dictadura del Proceso de Reorganización Nacional, entre 1976 y 1983.

En España, se llamó guerra sucia a las acciones desarrolladas entre 1986 y 1987 por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que cometieron asesinatos, secuestros y torturas, tanto de miembros de ETA como de civiles no implicados, en la lucha contra el terrorismo nacionalista vasco.

En México, se llamó guerra sucia a las medidas de represión política y militar tomadas contra las organizaciones de sesgo socialista y comunista como el Partido de los Pobres entre 1968 y 1980, sobre todo en el estado de Guerrero.
También se llamó guerra sucia electoral en México a la intervención en 2006 por parte del partido en el poder (PAN) y las instituciones de gobierno, junto con las cámaras empresariales, para promover el voto en contra del candidato de izquierda (PRD) y a favor del candidato de derecha.
Según con lo definición de distintos casos que acabo de presentar la guerra sucia se ha entendido a lo largo de la historia como un modo de rebelión paramilitar, o en caso contrario también se a entendido como medidas preparadas por parte del gobierno en turno para ejercer la fuerza publica, pero a partir del año 2006, la llamada guerra sucia tomo tintes distintos a los que había mostrado la historia, los medios de comunicación en su combinación con el marketing político, no formaron un elemento mas de las llamadas Guerras sucia si no que el mas importante. A mi parecer vino a ser un parte aguas en la forma de hacer política en los estados democráticos de la América Latina.
También se puede relacionar este tipo de estrategia como campañas de eliminación de candidato la cual la explica de la siguiente manera Carlos Ichuta en su trabajo Campañas negativas y política de la eliminación del adversario. Una lectura comparativa de las experiencias electorales boliviana y mexicana: 2005- 2006 del cual tomo la siguiente cita:

“La propaganda electoral se ha convertido en el principal mecanismo de captación de votantes, debido quizá a la crisis de identificación partidaria, la desconfianza en los políticos o la personalización de la política. En América Latina, además, las contiendas electorales se habrían (norte) americanizado, y propagado el modo de hacer “campaña negativa” (Plasser, 2000; Camp, 1996, 2003: 275-279); esto es, la competencia electoral convertida en un campo de “pelea de perros”. En realidad, ese modelo basado en el espectáculo y la mercadotecnia, más que en las propuestas ideologizantes; basado en la personalización o la imagen por encima de la sustancia (Valdés y Gonzáles, s.a.), en el uso intenso de los medios de comunicación, la contratación de asesores externos, de agencias de publicidad, de encuestadoras y de especialistas en sondeos de opinión (Mendé, 2003).”
"El pueblo elector han elegido a sus representares gubernamentales, como si fuese un producto, una imagen y no como lo que debería ser, por una propuesta"

viernes, 18 de julio de 2008

Cuentos Cortos de Julio Cortázar



HISTORIA VERIDICA
A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caro, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud.


Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.


INSTRUCCIONES PARA DAR CUERDA AL RELOJ
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca.
Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

martes, 15 de julio de 2008

Cuentos cortos de Julio Cortázar




EL ALMUERZO
No sin trabajo un cronopio llegó a establecer un termómetro de vidas. Algo entre Termómetro y topómetro, entre fichero y curriculum vitae.

Por ejemplo, el cronopio en su casa recibía a un fama, una esperanza y un profesor de Lenguas. Aplicando sus descubrimientos estableció que el fama era infra-vida, la Esperanza para-vida, y el profesor de lenguas inter-vida. En cuanto al cronopio mismo, Se consideraba ligeramente súper-vida, pero m s por poesía que por verdad.

A la hora del almuerzo este cronopio gozaba en oír hablar a sus contertulios, porque Todos creían estar refiriéndose a las mismas cosas y no era así. La inter-vida manejaba Abstracciones tales como espíritu y conciencia que la para-vida escuchaba como quien Oye llover, tarea delicada. Por supuesto la infra-vida pedía a cada instante el queso Rallado, y la súper-vida trinchaba el pollo en cuarenta y dos movimientos, método Stanley-Fitzsmmons. A los postres las vidas se saludaban y se iban a sus ocupaciones, Y en la mesa quedaban solamente pedacitos sueltos de la muerte.


EL CANTO DE LOS CRONOPIOS
Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera Que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana, Y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los días.

Cuando un cronopio canta, las esperanzas y las famas acuden a escucharlo aunque no Comprenden mucho su arrebato y en general se muestran algo escandalizados.
En medio del coro el cronopio levanta sus bracitos como si sostuviera el sol, como si el Cielo fuera una bandeja y el sol la cabeza del Bautista, de modo que la canción del Cronopio es Salomé desnuda danzando para las famas y las esperanzas que estén ahí Boquiabiertos y preguntándose si el señor cura, si las conveniencias. Pero como en el Fondo son buenos (los famas son buenos y las esperanzas bobas), acaban aplaudiendo Al cronopio, que se recobra sobresaltado, mira en torno y se pone también a aplaudir, Pobrecito.

viernes, 11 de julio de 2008

Fidel Castro


Fidel Castro
(Mayarí, 1926) Revolucionario y estadista cubano. Procedente de una familia de hacendados gallegos, Fidel Castro estudió Derecho en la Universidad de La Habana, en la cual se doctoró en 1950.
Su ideología izquierdista le llevó a participar en actividades revolucionarias desde muy joven, como la sublevación contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en Santo Domingo (1947). Desde 1949 militó en el Partido del Pueblo Cubano.
Exiliado en México, en 1952 inició su actividad revolucionaria contra la dictadura del general Batista, que había entregado al país en manos de los intereses norteamericanos. Su primer intento fue el asalto al Cuartel de Moncada en Santiago de Cuba, que se saldó con un fracaso (1953); fracaso militar, pues el cuartel no fue tomado ni provocó la esperada insurrección popular, pero no fracaso político, puesto que aquel acto dio una gran popularidad a sus protagonistas, acrecentada durante el juicio subsiguiente, en el que Castro se defendió a sí mismo y aprovechó para pronunciar un extenso alegato político («La Historia me absolverá»).
Fidel Castro fue condenado a 15 años de prisión, de los que sólo cumplió dos -en la isla de Pinos- merced a un indulto que le puso en libertad en 1955. Se exilió entonces a México, desde donde preparó un segundo intento; pero, habiendo aprendido que su lucha tendría pocas posibilidades de triunfar en un medio urbano, esta vez apostó por crear una guerrilla rural, en la zona más apartada y montañosa del país: la Sierra Maestra, en el Oriente de Cuba.
Desembarcó allí a finales de 1956 con un contingente de sólo 80 hombres (el «Grupo 26 de julio») a bordo del yate Gramma. Dos años después, sus bases en la Sierra eran lo suficientemente sólidas y sus efectivos lo bastante nutridos como para llevar a cabo con éxito la ocupación de Santiago (1958). Desde allí Fidel Castro lanzó la ofensiva final que recorrió la isla de este a oeste, hasta entrar en La Habana en 1959, secundado por sus colaboradores Ernesto Guevara (el Che), Camilo Cienfuegos y su hermano Raúl Castro.
Fidel Castro en La Habana (1961)
Al inicial apoyo del campesinado pobre había seguido el fin de las reticencias del Partido Comunista, que abrió la posibilidad de encontrar apoyo en las ciudades; la dictadura, minada por la corrupción fue incapaz de hacer frente al movimiento popular. El triunfo militar puso a Castro al frente del gobierno cubano, acumulando los cargos de primer ministro y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Sin pérdida de tiempo empezó a hacer realidad los proyectos de cambio que habían suministrado una base social a la Revolución: el más importante de todos, la reforma agraria, que expropiaba las grandes haciendas extranjeras para dar medios de vida a los campesinos pobres (1959); y, enseguida, la nacionalización de los bienes de compañías norteamericanas en Cuba (1960).
Ese indudable contenido nacionalista que tuvo en un principio la Revolución cubana (contra el dominio semicolonial que ejercía Estados Unidos) se transformó dos años después por la dinámica de enfrentamiento con el gobierno norteamericano. Mientras Castro llamaba a una revolución general contra el imperialismo en Latinoamérica (Primera declaración de La Habana), el presidente Eisenhower rompía las relaciones diplomáticas con Cuba y decretaba un embargo comercial destinado a ahogar la economía cubana y forzar la retirada de Castro, ya que Cuba dependía casi totalmente de sus exportaciones a Estados Unidos, fundamentalmente de azúcar (1961). Al sucederle Kennedy no aflojó la presión, sino que se agudizó con la organización de un desembarco de exiliados cubanos armados en la bahía de Cochinos, que fue repelido por el ejército revolucionario (1961).
Fidel Castro
Después de aquello, Fidel Castro proclamó el carácter marxista-leninista de la Revolución cubana y alineó a su régimen con la política exterior de la Unión Soviética (Segunda declaración de La Habana, 1962); al mismo tiempo eliminó del gobierno a los políticos liberales con los que se había aliado al llegar al poder, y unificó a los grupos políticos que apoyaban la Revolución en un único Partido Unido de la Revolución Socialista.
En 1962 permitió que los soviéticos instalaran en suelo cubano rampas de lanzamiento de misiles con las que podían alcanzarse objetivos en Estados Unidos; descubiertas por el espionaje americano, Kennedy reaccionó con un bloqueo naval a Cuba y la exigencia de retirada de las instalaciones: la consiguiente «crisis de los misiles» estuvo a punto de hacer estallar una guerra nuclear entre las dos superpotencias, que se evitó a última hora al retirar Jruschov los misiles soviéticos a cambio de la promesa de que no habría nuevos intentos de invadir Cuba.
En 1965 el partido cambió su denominación por la de Partido Comunista de Cuba, del cual fue elegido secretario general el propio Castro; en 1976 acumuló el título de presidente del Consejo de Estado. La presión norteamericana le había convertido en un dictador comunista más, el primero en el hemisferio americano.

miércoles, 9 de julio de 2008

Biografia Hugo Rafael Chavez



Primeros años
Hugo Rafael Chávez Frías es el segundo de los seis hijos del hogar formado por Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías, ambos maestros de educación primaria. A corta edad, sus padres lo confiaron a su abuela paterna, Rosa Inés Chávez, para que ésta se ocupara de su crianza. En 1966 culmina la educación primaria en el Grupo Escolar Julián Pino e ingresa el bachillerato en el Liceo Daniel Florencio O'Leary de Barinas. Desde joven ha sido aficionado al béisbol, fue monaguillo y poseía inclinaciones por la pintura, la escritura creativa y el teatro. En 1971 se gradúa de Bachiller en Ciencias y tres semanas más tarde ingresa a la Academia Militar de Venezuela, donde se gradúa, en 1975 en Ciencias y Artes Militares, en la especialidad de Ingeniería. En 1974 había viajado al Perú, como parte de una delegación de cadetes venezolanos que asistía a los actos por la conmemoración de los 180 años de la Batalla de Ayacucho. En 1977 es ascendido a teniente y lo destinan a la ciudad de Maracay. Por estos años comienza a investigar la vida de Pedro Pérez Delgado, apodado Maisanta, su bisabuelo materno, quien, a principios del siglo XX, había liderado una lucha contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. Por estos años se casa con Nancy Colmenares, con quien tiene tres hijos: Rosa Virginia, María Gabriela y Hugo Rafael. En 1982 es ascendido a capitán.


Inicios en la política
En 1982 funda el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200), en alusión a los doscientos años del natalicio de Simón Bolívar, que se cumpliría un año más tarde. El 17 de diciembre de ese año con el aniversario de la muerte de Simón Bolívar, jura bajo el Samán de Güere, junto con Felipe Antonio Acosta Carlés, Jesús Urdaneta Hernández y Raúl Isaías Baduel, reformar el Ejército e iniciar una lucha para construir una nueva República. Este movimiento estaba formado por oficiales de rango medio cuya ideología era bolivariana, mezclada con algunas ideas de Simón Rodríguez y de Ezequiel Zamora ("El árbol de las tres raíces") Por este tiempo, Hugo Chávez inicia una relación sentimental e ideológica con la historiadora y socialista Herma Marksman. Mantiene asimismo contactos con personas de la izquierda venezolana. En 1985 es destacado en el pueblo de Elorza, en estado Apure. En 1986 asciende a Mayor y en 1988 se le designa Ayudante del Secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, ubicado en el Palacio de Miraflores. En 1989 observa con indignación como miles de manifestantes son masacrados por fuerzas del Ejército en el Caracazo.

En 1990 asciende a teniente coronel e inicia una Maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar, estudios que no concluye. En 1991 asume el mando de la Brigada de Paracaidistas Coronel Antonio Nicolás Briceño con base en Maracay. Escribe, en secreto, "Proyecto de Gobierno de Transición" y "Anteproyecto Nacional Simón Bolívar". A fines de ese año, los conjurados fijan fecha a la sublevación: principios del mes de febrero.


Golpe de estado de febrero de 1992
Artículo principal: Golpe de Estado de febrero de 1992 en Venezuela
La sublevación comenzó, simultáneamente en Maracaibo, Caracas, Valencia y Maracay, aproximadamente a las 11 de la noche del 4 de febrero de 1992. En Maracaibo, Francisco Arias Cárdenas logra apoderarse de la sede del gobierno regional y toma prisionero al Gobernador del Zulia, Oswaldo Álvarez Paz. En Caracas, Chávez establece su centro de operaciones en la sede del Museo Histórico Militar, ubicado en La Planicie, cerca del Palacio de Miraflores, mientras que sus fuerzas toman la estación estatal Venezolana de Televisión. Otro grupo se enfrenta a la Guardia Nacional en La Casona (residencia presidencial), mientras que otros intentan tomar el Palacio de Miraflores. Ya para media mañana la derrota de la sublevación era notoria. Chávez decide rendirse y pide hacerlo por televisión con la excusa de también llamar a la rendición a los otros sublevados que seguían combatiendo en Caracas, Valencia y Maracay. En horas del mediodía Chávez se presenta ante las cámaras de televisión y convierte una derrota militar en un triunfo político.

En algo más de un minuto, el Teniente Coronel Hugo Chávez, según todos los analistas, dijo exactamente lo que tenía que decir[cita requerida]. Comenzó diciendo "Buenos días". Luego identifica su movimiento: "este mensaje bolivariano". Reconoce la labor de sus copartidarios: "ustedes lo hicieron muy bien". Reconoce su derrota: "Nosotros aquí en Caracas no logramos controlar el poder". Lanza un reto: "lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados" Asume la responsabilidad: "Asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano" y da un mensaje de esperanza: "El país tiene que enrumbarse hacia un destino mejor".

El recuento de muertos se dio a conocer el día 5: de acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de la Defensa, hubo 14 muertos y 53 heridos. No obstante, estimaciones extraoficiales ubican dicho saldo en 50 muertos y más de 100 heridos.

Los combatientes en Valencia y Maracay se rindieron. Chávez fue llevado prisionero al Cuartel San Carlos en el norte de Caracas.


Consecuencias
Al día siguiente de la rebelión, el ex-presidente Rafael Caldera, parlamentario y principal dirigente del partido Social Cristiano COPEI (COPEI), dirigió un discurso ante el Congreso en el que atacó duramente a Pérez, justificando en cierta forma el alzamiento militar ("No se le puede pedir al pueblo que defienda la democracia cuando tiene hambre"). Una encuesta reveló que el 60% de la población estaba a favor del Golpe. Mientras tanto, cientos de personas hacían filas a las puertas del Cuartel San Carlos para visitar a Chávez y entregarle presentes. A los pocos días, el gobierno decide trasladarlo a una cárcel ubicada en San Francisco de Yare, estado Miranda.

El 27 de noviembre de ese mismo año otro grupo de oficiales, generalmente de la Fuerza Aérea, se sublevan infructuosamente contra el gobierno.

Todos estos hechos debilitaron al gobierno de Carlos Andrés Pérez. Se le comenzó un juicio en el Congreso que culminaría con su remoción de la presidencia el 20 de mayo de 1993, acusándolo de corrupción.

Rafael Caldera fue el principal beneficiado político de la rebelión. Pocos meses después se deslinda del Partido Social Cristiano COPEI. Funda "Convergencia" y se lanza a la candidatura para las elecciones presidenciales de 1993, las cuales ganará. Chávez, desde la cárcel había llamado a la abstención.


Chávez prisionero
Chávez, junto con los principales líderes de la intentona, pasó 2 años en la prisión de San Francisco de Yare esperando juicio. Allí coescribe "Cómo salir del laberinto". Su popularidad aumenta. Es liberado el 27 de marzo de 1994 tras el sobreseimiento que le otorgó Caldera, como parte de un acuerdo político con sectores de izquierda, como el MAS y el PCV, para lograr apoyo a su gobierno.


Campaña presidencial
Ya libre, Chávez dado el descontento existente en el país para con los partidos políticos empieza una campaña de no votar en las siguientes elecciones, alegando que era la mejor manera de demostrar que el país no quería seguir con esas políticas económicas ni sociales, ciertos personajes políticos de gran importancia viendo su creciente popularidad, acompañado por el colapso de los partidos tradicionales y el crecimiento del rechazo popular a las medidas políticas y económicas neoliberales, lo instan a cambiar el discurso de no votar a sí votar pero a su favor, así con el apoyo de hombres de izquierda como Luis Miquilena y José Vicente Rangel de gran poder político en el país decide iniciar su propio movimiento político-electoral, el cual se cristaliza en el Partido Movimiento Quinta República (MVR) . El 14 de diciembre de 1994 Fidel Castro lo recibe en La Habana. Chávez, entre 1995 y 1997 recorre todo el país, explicando su proyecto político, que se basaba, principalmente para el momento, en la necesidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que "refunde la República". Llega 1998, año de las elecciones presidenciales.


Triunfo en las elecciones

Popular símbolo del Movimiento Quinta Republica (MVR) fundado por ChávezLa Campaña política tiene tres principales contendientes: Irene Sáez Conde, Henrique Salas Römer y Hugo Chávez Frías, quien es apoyado por el denominado "Polo Patriótico", conformado por el Movimiento Quinta República (MVR), Movimiento al Socialismo (MAS),Partido Comunista de Venezuela (PCV), Patria Para Todos (PPT) y otras cuatro organizaciones menores. El candidato del otrora muy fuerte partido, Acción Democrática, Alfaro Ucero, nunca logró sobrepasar el 2% en las intenciones de voto. Prácticamente toda la Izquierda venezolana se había alineado con Chávez. Irene Sáez estaba apoyada por COPEI y Salas Römer por dos nuevos partidos "Proyecto Venezuela" y "Primero Justicia". Ya para mediados de 1998, Hugo Chávez era el primero en todas las encuestas. El 8 de noviembre se realizaron las elecciones legislativas. El MVR obtiene 49 de los 189 escaños de la Cámara de Diputados y el 21,3% de los votos (Casi igual que los obtenidos por Acción Democrática). Se demostraba que era la segunda fuerza política del país. Ante estos resultados, COPEI retira su apoyo a Irene Sáez y Acción Democrática se lo retira a Alfaro Ucero. Ambos partidos deciden apoyar a Henrique Salas Römer y se autodenominan Polo Democrático. El 6 de diciembre, Chávez obtiene con los votos lo que no pudo con las armas: Es electo Presidente de Venezuela con el 56,5% de los votos. (Ver: elecciones presidenciales de 1998). En este año Chávez había contraído matrimonio con Marisabel Rodríguez, madre de su última hija, Rosinés.

Chávez gana las elecciones con promesas de cambiar la constitución vigente (1961 ) por medio de un proceso Constituyente.


Presidencia

El primer periodo presidencial (1999 - 2001)

Hugo Chávez a bordo del USS YorktownArtículo principal: Revolución Bolivariana
Chávez asume el poder el 2 de febrero de 1999. (El 17 de enero de ese año había visitado nuevamente Cuba). Juró sobre la Constitución de 1961 ("...juro sobre esta moribunda constitución..."). Después del acto en el Capitolio Federal, se dirigió al palacio de Miraflores acompañado por un grupo de simpatizantes. Desde allí decretó la activación del "Poder Constituyente". El 25 de abril de ese año se celebra un Referéndum. El 92% de los que sufragaron estuvieron de acuerdo en convocar una Asamblea Constituyente. El 23 de mayo inicia su programa televisivo "Aló Presidente". El 25 de julio se realizan las elecciones para los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente. El Polo patriótico obtuvo 121 escaños. La oposición sólo obtuvo 7. El 3 de agosto, dicha Asamblea inicia sus sesiones. Entre sus integrantes se encuentra su esposa, la Primera Dama Marisabel Rodríguez. El 20 de noviembre la Asamblea termina el proyecto de Constitución.

Véase también: Constitución de Venezuela de 1999
El 15 de diciembre se realiza un referéndum. El 70% de los sufragantes aprueba la nueva Constitución.

En julio de 2000, ya con una nueva Constitución, se realizan las elecciones para "relegitimar todos los poderes". Chávez gana con el 59,76% de los votos. En agosto visita varios países de la OPEP. Se entrevista con Saddam Hussein en Bagdad.

El Centro Carter monitoreó las elecciones; su reporte dijo que, debido a la falta de transparencia, la percepción de parcialidad en el Consejo Nacional Electoral (CNE), y la presión política del gobierno de Chávez que resultó en elecciones adelantadas, le resultó imposible validar los resultados oficiales del CNE. Sin embargo, concluyeron que la elección presidencial legítimamente expresaba la voluntad de la gente


El segundo periodo presidencial (2001 - 2007)
En septiembre realiza en Caracas la Segunda Cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). A finales de octubre recibe en la capital a Fidel Castro, presidente de Cuba. A principios del 2001 realiza una gira por varios países asiáticos. El 30 de mayo asiste en Indonesia a una reunión del Grupo de los Quince (G-15).


La Ley Habilitante; la primera discrepancia con E.E.U.U y el primer paro
El Congreso aprueba un Decreto Habilitante que le da poderes especiales al presidente para aprobar un conjunto de leyes, incluyendo la Ley de Tierras, que impulsaba una Reforma agraria, una nueva Ley de Hidrocarburos y la Ley de Pesca.

Si bien son aprobadas unas 49 leyes, la oposición dirigida principalmente por la patronal más importante del país Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), se concentran en luchar contra las tres leyes antes mencionadas.

En noviembre, en cadena nacional de Radio y televisión, mostró unas fotos de niños afganos, víctimas de los bombardeos de Estados Unidos de América en ese país y exclamó: "No se puede combatir el terror con más terror". El Departamento de Estado de los Estados Unidos rechazó estas declaraciones y llamó a su embajadora en Caracas.

El 10 de diciembre, mientras daba un discurso en la Base Aérea Francisco de Miranda, mejor conocida como La Carlota, en el este de Caracas, varias personas manifestaron en contra de sus políticas. Fedecámaras y la CTV llamaron a un primer paro nacional.

Si bien el paro fue calificado como exitoso, la oposición no logró su objetivo de hacer retroceder al gobierno con el paquete de leyes habilitantes. La polarización en el país comenzó a ganar fuerza y la mayoría de los medios de comunicación comenzaron a asumir una posición netamente antigubernamental.


Golpe de estado de abril de 2002
Artículo principal: Golpe de abril de 2002

Los eventos
La polarización continuó en 2002. En enero renuncia Luis Miquilena, Ministro del Interior. El 7 de febrero, un coronel de aviación interviene en un foro televisado y pide la renuncia de Chávez. Poco después lo harán los oficiales Pedro José Flores, Carlos Molina Tamayo, Alberto Pogglioli y Guaicaipuro Lameda. El 5 de marzo, Fedecámaras, CTV, la Universidad Católica Andrés Bello y la cúpula de la Iglesia Católica firman un pacto contra Chávez [cita requerida]. Siguen las deserciones de las Fuerzas Armadas.

El 7 de abril, el presidente Chávez anuncia por televisión el despido de altos gerentes de la empresa PDVSA. Las protestas en las calles se intensificaron. El 9 de abril la CTV y Fedecámaras anuncian el paro general de veinticuatro horas para apoyar a los gerentes de PDVSA. La oposición convocó el 11 de abril a una marcha que reunió a cientos de miles de personas, que originalmente iba destinada y autorizada hasta la sede de PDVSA ubicada en Chuao,[9] pero los ánimos se caldearon y fue desviada hacia al Palacio de Miraflores, el cual se encontraba rodeado por manifestantes partidarios de Chávez. Al llegar al centro de la ciudad, las protestas se convirtieron en violentos disturbios y enfrentamientos entre los opositores, los partidarios del gobierno y la intervención de la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana de Caracas[cita requerida].

Durante los hechos, Chávez se encontraba en el Palacio de Miraflores, desde donde se dirigió al país en Cadena nacional y solicitó a las Fuerzas Armadas la activación del llamado Plan Ávila[cita requerida], un plan especial de las Fuerzas Armadas venezolanas cuando hay una conmoción interna que amenaza la estabilidad y seguridad nacional. Mientras tanto, las estaciones de televisión privadas dividieron las pantallas. En un lado se veía a Chávez y en las otras escenas de los disturbios que ocurrían en el centro de Caracas. El gobierno, ante esto, respondió mandando a sacar del aire a dichas televisoras pero éstas[cita requerida], con un plan alterno, lograron, cinco minutos después, seguir transmitiendo aunque con una imagen de menor calidad. Los heridos y muertos comenzaron a sucederse a eso de la 1:30 p.m. Terminando la tarde, las televisoras transmitieron un mensaje, que luego se presumió que pudo haber sido previamente grabado (según investigaciones que hicieron instituciones del estado y reporteros como Otto Neustald de la cadena CNN a lo ocurrido ese día) de un grupo de almirantes y generales donde desconocían al gobierno de Hugo Chávez y donde además afirmaban que para ese momento habían ya fallecido seis ciudadanos víctimas de los hechos ocurridos en la manifestación. Poco después, Venevisión transmite imágenes de un grupo de afectos al gobierno de Chávez que disparaban desde el puente Llaguno (ubicado en medio de la manifestación) hacía el sur (dirección en la cual tendrían ángulo visual de los manifestantes que por ahí transitaban, mas no alcance balístico)[cita requerida]. Estas imágenes, según Chávez y voceros de su gobierno, eran editadas y nunca se muestra a quiénes les disparaban, aunque el locutor hablando desde el estudio, decía que disparaban a los manifestantes. Los tiradores dirían, días después, que ellos disparaban en modo de defensa en contra de unos francotiradores apostados en los pisos superiores de unos edificios y contra funcionarios de la policía Metropolitana de Caracas.

Finalmente, hubo diecinueve muertos, y unos cien heridos[cita requerida]. Nueve policías metropolitanos y dos efectivos de la Guardia Nacional fueron enjuiciados por varias de esas muertes. Se acusa de francotiradores (entre ellos a un concejal del partido oficialista MVR, imputado ante el Tribunal 26 de Control de ser los causantes de otras, si bien fueron declarados inocentes en 2004.

En horas de la noche, el presidente Chávez fue presionado por los militares que lideraban el golpe, quienes le exigieron entregarse y renunciar o, si no, atacarían el palacio presidencial, aún rodeado de civiles chavistas
A eso de las 12 de la noche, el General Lucas Rincón Romero, Ministro de la Defensa para el momento se dirigió al país por televisión y expresó que al presidente "se le solicitó la renuncia, la cual aceptó". En horas de la madrugada del 12 de abril, Chávez accedió a entregarse, abandonó Miraflores y fue transportado inicialmente a la base militar ubicada en Fuerte Tiuna, Caracas. Las imágenes de lo ocurrido ese día dentro del palacio presidencial fueron captadas por las cineastas Kim Bartley y Donnacha O'Brien en el documental "La Revolución no será trasmitida".

En horas de la tarde del día 12 de abril se autojuramentó Pedro Carmona, presidente de Fedecámaras, como presidente interino. Acto seguido emitió un decreto que derogó las leyes habilitantes, disolvió el Parlamento, el Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo y se dio a sí mismo poderes por encima de la Constitución, lo que causó una gran indignación entre los partidarios del Presidente Chávez y en algunos sectores moderados de la oposición y terminó por restarle apoyo internacional. Entre los países que apoyaron tácitamente el Golpe se cuentan España, Chile[cita requerida], Colombia, El Salvador y Estados Unidos de América. El sábado 13 de abril, desde horas de la mañana, muchos seguidores de Chávez comenzaron a manifestarse en Caracas. La autopista que enlaza la capital con el oriente fue cerrada por los manifestantes, al igual que la autopista que la comunica con La Guaira (Donde se encuentra el principal puerto y el principal aeropuerto del país). De ese modo, igualmente comenzaron protestas en todo el país, algunos canales de televisión sólo se limitaron a transmitir películas y series de dibujos animados en lo que fue denominado una censura informativa. Los venezolanos, ya en la tarde de ese sábado, comenzaron a enterarse de lo que sucedía gracias la cadena CNN. También la cadena radial Caracol de Colombia ofreció valiosa información sobre lo que acontecía.

Los captores de Chávez lo trasladan a una base naval en Turiamo, donde escribe una nota dirigida a los venezolanos expresando: "No he renunciado al poder legítimo que el pueblo me dio". Un soldado logra sacar la nota de las instalaciones y la envía por fax a los medios de comunicación. De aquí, Chávez es trasladado a la Isla La Orchila con la intención de convencerlo para llevarlo fuera del país por su propia solicitud.

En la noche de ese, día partidarios de Chávez logran tomar el canal televisivo "Venezolana de Televisión" y comienzan a transmitir. La estación había sido tomada previamente por la policía de la gobernación del estado Miranda, la cual era controlada por Enrique Mendoza, gobernador de la entidad mencionada y un agudo opositor a Hugo Chávez. Un importante batallón asentado en Maracay, bajo el mando de Raúl Isaías Baduel, declara su adhesión a la Constitución "que el pueblo venezolano libérrimamente se dio" y activan lo que llamaron la Operación de Rescate de la Dignidad Nacional. Los partidarios de Chávez toman el Palacio de Miraflores, abandonado por los golpistas a primeras horas de la tarde. El Presidente del Congreso toma juramento al vicepresidente, Diosdado Cabello, como presidente provisional. Horas más tarde, en la madrugada del 14 de abril un comando libera a Chávez en La Orchila y lo trasladan a Caracas por vía aérea. Diosdado Cabello le transfiere el mando. Chávez se dirige a la nación, mostrando un crucifijo y llama a la calma.


Golpe de Estado
El gobierno de Chávez, sus simpatizantes y la gran mayoría de las fuentes de referencia y de información fuera de Venezuela (Britannica, Larousse, BBC, CNN) consideran al derrocamiento temporal de Hugo Chávez como producto de un fallido golpe de Estado por tratarse de un intento de derrocar mediante la fuerza a un presidente electo democráticamente. Además, no se siguieron los procedimientos constitucionales establecidos: en caso de renuncia del Presidente, el vicepresidente Diosdado Cabello debía tomar su lugar previa aceptación de la renuncia por parte del Parlamento. Si el Vicepresidente tampoco estaba disponible, el Presidente de la Asamblea Nacional tenía que asumir la Primera Magistratura. Si éste tampoco podía hacerlo, correspondía al presidente del Tribunal Supremo de Justicia.

El 14 de agosto de 2002, el Tribunal Supremo de Justicia dictó una sentencia según la cual no ocurrió un golpe de estado en Venezuela Esta decisión fue acatada, pero no compartida por Chávez. En el 2005 fue anulada por el mismo tribunal.


El paro de diciembre de 2002
Artículo principal: Paro petrolero de 2002-2003
Por diversas razones, semanas después se reiniciaron las protestas opositoras. A mediados de año, un grupo de 14 militares activos de alto rango y retirados que habían estado implicados en el golpe de abril se pronunciaron en contra del gobierno en la Plaza Altamira; declarándose en desobediencia. Día a día, más militares se unieron a la protesta hasta alcanzar a unos 120 oficiales; el gobierno decidió no reprimir ni sofocar la protesta militar, pero los medios privados le daban una cobertura total y fue ampliamente apoyada por miles de simpatizantes, políticos de la oposición y celebridades de la farándula.

El 2 de diciembre de 2002, días después de la creación de una mesa de diálogo y acuerdos patrocinada por la OEA y el Centro Carter, en la cual sectores del gobierno y la oposición se sentaron para intentar reconciliarse, comenzó un nuevo paro general convocado por los sindicatos opuestos al gobierno, Fedecámaras, el grupo "Gente del Petróleo", conformado por la élite de PDVSA y los medios de comunicación, con el apoyo de la cúpula de la Iglesia católica y de diversos partidos políticos tradicionales, tanto de derecha como de izquierda (como el MAS, Bandera Roja) "Primero Justicia", Acción Democrática y COPEI, aglutinados en lo que llamaron Coordinadora Democrática.

Su duración inicialmente era de 24 horas, pero se prorrogó hasta convertirse en una huelga indefinida. La petición central de los huelguistas era la renuncia del Presidente, o la realización de un referendo consultivo sobre la continuidad de Chávez. Chávez no renunció, y el paro se mantuvo durante 62 días.

Dicho paro tuvo características atípicas: todas las televisoras privadas de alcance nacional y los periódicos más importantes le dieron apoyo irrestricto. Los primeros suspendiendo toda su programación de entretenimiento y sus anuncios comerciales para dar paso a programación política e informativa durante 18 ó 20 horas al día, reconociendo su sesgo en contra del gobierno varias veces. Los periódicos hicieron lo propio. El canal oficial, Venezolana de Televisión, también participó en esta guerra mediática parcializándose completamente a favor del gobierno, de esta forma la polarización se acentuó mucho más y los medios de comunicación imparciales prácticamente desaparecieron. El gobierno también apoyó la creación de periódicos, emisoras de radio, televisoras y sitios web de carácter alternativo, que son consideradas por la oposición como focos de propaganda gubernamental, pero que el gobierno defiende como espacios de expresión para quienes eran censurados por las emisoras privadas.

Se insiste en que el paro además era un paro forzoso, ya que en muchas empresas, fábricas y locales comerciales los trabajadores querían continuar sus labores, pero los patrones tomaron la decisión de pararse. Sin embargo, no puede considerarse únicamente un lock out debido a que en la administración pública muchos gremios se unieron al paro.

La paralización llegó a su clímax cuando se afectó a la petrolera estatal, PDVSA. Miles de los empleados de la empresa abandonaron sus puestos de trabajo y, según el gobierno, algunos cometieron sabotajes en las mismas para intentar paralizar la empresa.

Esto trajo graves repercusiones sobre la población con escasez de gasolina y otros combustibles, además de alimentos y otros artículos de primera necesidad.

Las marchas entre simpatizantes de gobierno y oposición se sucedían a diario, congregadas especialmente en Caracas, quienes además se atrincheraban 24 horas al día en sitios claves que consideraban sus "bastiones": la oposición se aglomeraba en torno a la Plaza Altamira y la sede de PDVSA en Chuao (ambos en el este de Caracas), mientras que el chavismo se concentraba en torno al Palacio de Miraflores, la plaza Bolívar y la sede principal de PDVSA en La Campiña (en el centro de la capital). La oposición, además, realizaba "cacerolazos" (golpear ollas) durante todas las noches; en aquellas urbanizaciones de clase media y alta donde la oposición era mayoría, realizadas por los vecinos de estos, pidiendo la dimisión del gobierno. En algunos casos, realizaron marchas durante el día forzando a cerrar aquellos negocios y tiendas que abrían en sus urbanizaciones, o frente a las casas de funcionarios y simpatizantes del gobierno.

Por iniciativa del nuevo presidente brasileño, Lula Da Silva, se conformó un grupo de "países amigos de Venezuela", entre los que se encontraba Brasil, Chile, México, España, Portugal, Estados Unidos, (hasta ese momento, Chávez se llevaba mal con los presidentes de todos estos países, exceptuando Brasil) y algunas personalidades estadounidenses, como el ex presidente Jimmy Carter.

El gobierno llamó a ex empleados de PDVSA y a técnicos de Universidades y de las Fuerzas Armadas con el objeto de que hicieran funcionar nuevamente a la empresa petrolera. Para finales de diciembre este objetivo prácticamente estaba logrado, lo cual fue un duro golpe para los propulsores del paro. Éste se fue debilitando con el paso de los días. A mediados de enero de 2003, el gobierno logró recuperar el control total de PDVSA. El Estado decidió despedir a 15 mil empleados. Los empresarios, por su cuenta, comenzaron a abrir sus negocios y locales comerciales, desobedeciendo a las federaciones que los agrupaban.

La oposición rompió "informalmente" la huelga por la presión internacional el 3 de febrero de 2003, si bien nunca se hizo un anuncio oficial.

A partir de ese momento, toda la lucha política de la oposición se centró en la realización de un Referéndum. En este momento comienza a tener preponderancia la Organización "Súmate".


El referéndum presidencial
Artículo principal: Referéndum de 2004
Resultados Referéndum Revocatorio Presidencial, Agosto de 2004
Fuente: CNE data
(1)No Revocar Mandato(2)Si Revocar Mandato OPCIÓN Votos Porcentaje
NO: (1) 5.800.629 59,096%
SI: (2) 3.989.008 40,639%
NULO: 25.994 0,265%
Total Electores: 14.037.900 100%
Total Votantes: 9.815.631 67,083%
Abstención: 4.222.269 30,08%

Entre abril y mayo se hizo la recolección de firmas. El 3 de junio de 2004, el Consejo Nacional Electoral anunció que el mínimo de firmas necesarias se había recolectado y quedaba activado el Referéndum. Chávez se dirigió al país en cadena nacional y expresó más o menos: "Hasta ahora han jugado ustedes, ahora me toca jugar a mi... Nos vemos en Santa Inés". Y con ello comenzó su campaña para ganar el Referéndum, cuya fecha se fijó en agosto. Para sacarlo del gobierno, la oposición debía obtener más de 3,70 millones de votos, número que obtuvo Chávez en su reelección del año 2000; pero también, para lograr eso, los votos a favor del Presidente tenían que ser menores a esa cantidad. El referéndum se realizó el 15 de agosto. El 40,64% (3.989.008) estaba en contra del Presidente, pero el 59,06% (5.800.629 personas) estaba a su favor. De esa manera Chávez no fue revocado. La oposición denunció fraude y se deslindaron de la OEA y del Centro Carter que avalaron esos resultados. Como consecuencia, la Coordinadora Democrática se disolvió, al igual que "Gente del Petróleo" y fue un duro golpe para la ONG "Súmate".


Elecciones regionales de 2004
El fenómeno del chavismo se ha extendido también a las elecciones regionales. Los resultados de las elecciones para gobernadores y alcaldes de octubre de 2004 favorecieron a los partidos chavistas: veintidós (22) de los veinticuatro (24) estados quedaron en manos de gobernadores del partido MVR. Sólo los estados Zulia y Nueva Esparta quedaron en manos de la oposición. En otros estados, la victoria de los chavistas fue muy ajustada. Así mismo, el chavismo se hizo con el 90% de las Alcaldías.


Expropiación de latifundios
A partir de 2005, Hugo Chávez ordenó mediante la Ley de Tierras, aprobada en 2002 mediante un decreto con fuerza de ley, aprobado previamente por la asamblea nacional, la expropiación de latifundios y tierras aparentemente improductivas, para dársela a quien la quiera trabajar, por la «seguridad alimentaria» y para «profundizar la revolución». Se pretende que esta acción fue apoyada por los campesinos sin tierras y asalariados, pero criticada por los empresarios, terratenientes, la oposición venezolana en general, Estados Unidos, y el ex presidente argentino Carlos Menem, que las considera «medidas comunistas».


Elecciones parlamentarias de 2005
Artículo principal: Elecciones parlamentarias de 2005
En las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre de 2005, absolutamente todos los curules del Parlamento fueron ganados por diputados simpatizantes del presidente Chávez, luego de que los principales partidos de oposición decidieran retirarse y llamaran a la abstención. El argumento esgrimido por dichos partidos fue la falta de confianza en el Consejo Nacional Electoral, si bien dicho ente cumplió con todas las exigencias que realizó la oposición, por lo que el retiro fue calificado por los observadores internacionales de la OEA y la Unión Europea como "muy sorpresivo". La abstención fue de un 75% de los votantes inscritos, ligeramente[cita requerida] por encima del promedio histórico para este tipo de elecciones.


Elecciones presidenciales de 2006
Artículo principal: Elección presidencial de 2006
En las elecciones presidenciales del 3 de diciembre de 2006 fue reelegido como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela obteniendo casi ocho millones de votos

El tercer período presidencial (2007 - 2013)
Chávez asume el 10 de enero de 2007 como Presidente reelecto del país para el período 2007-2013, anunciando ante la Asamblea Nacional que llevará a Venezuela hacía el denominado Socialismo del siglo XXI, lanzando la frase "Patria, Socialismo o Muerte