viernes, 1 de agosto de 2008

Grupos étnicos extintos en México


Los Caxcanes eran un grupo nómada indígena. Los Caxcanes constantemente eran el blanco por parte de los Zacatecos y los Guachichiles debido a su alianza con los conquistadores españoles después de la Guerra del Mixtón. Durante la rebelión, eran descritos como "El Corazón y Centro de la Rebelión Indígena". Fueron famosamente dirigidos por Tenamaxtle. Sus principales centros de religión y población eran Nochistlán, Teul, Tlaltenango, Juchipila, Teocaltiche y Aguascalientes.
De todos los nativos Chichimeca, los Huachichiles ocupaban el territorio más extenso. La mayoría de su territorio quedaba en lo que ahora queda dentro de los estados de Zacatecas y San Luís Potosí, pero también ocupaban partes en el norte de Jalisco. Fueron considerados como guerreros y valientes. Los Huachichiles no tenían ídolos ni altar de ningún dios, a lo más lanzaban exclamaciones al cielo, mirando las estrellas, para liberarse de rayos y truenos. Actualmente en el Municipio de Arteaga Coahuila; cerca de Saltillo, por la carretera 57, rumbo a Matehuala San. Luís Potosí; existe una población llamada "El Huachichil" lugar donde; se dice; quedaron asentados los últimos indios Huachichiles esto indicaría que los habitantes actuales de la población son descendientes directos de los Chichimecas-Huachichiles
Los guaicuras --también conocidos como guaycura o waicura-- fueron un conjunto de pueblos nativos de Baja California Sur (México), que ocuparon un área que se extendía desde el sur de la actual ciudad de Loreto hasta Todos Santos. Disputaban el área de La Paz a los pericúes.
Los monguis --también conocidos como monguíes o monquis-- fueron un pueblo indígena que habitó en el centro de la península de California, México. De tradición nómada, el territorio del pueblo mongui se ubicaba en las inmediaciones de la actual ciudad de Loreto, en el estado mexicano de Baja California Sur. En ese punto, los jesuitas fundaron la segunda misión evangelizadora en la península californiana en el sitio que los indígenas llamaban Conchó.
Los pericúes —conocidos también como edúes y coras— fueron un grupo étnico que habitó en el extremo sur de la península de Baja California —en la región de Los Cabos—, al noroeste de México. Los pericúes se extinguieron étnica y lingüísticamente durante la segunda mitad del siglo XVIII. De los informes que llegaron hasta nuestros días acerca de ellos, se puede saber que vivían con gran austeridad debido a que el medio del sur de Baja California es demasiado hostil. No conocieron la agricultura y la base de su subsistencia era la cacería y la recolección. Según algunas hipótesis (Fujita, 2006), es posible que los pericúes hayan sido descendientes directos de los primeros grupos humanos que pasaron de Asia a América.
Los tecuexes eran un grupo indígena que radicaba en la parte oriental de lo que ahora es Guadalajara, México. Se cree que este grupo se formó de grupos Zacatecos dispersados de La Quemada. Como los zacatecos, los tecuexes pertenecían a los grupos llamados genéricamente chichimecas. Es bien conocido que ellos Vivian cerca a los ríos para aprovecharlos y crecer fríjol y maíz. También eran expertos en artesanías, carpintería y música. Motolinía escribió que "en cualquier lugar...todos saben trabajar la piedra, hacer una casa simple, torcer cuerda y soga, y otros oficios que no demandan mucho instrumento o arte."

Los tepanecas fueron un pueblo prehispánico, perteneciente al grupo étnico nahua, que se instaló en la Cuenca de México a mediados del siglo XII de nuestra Era. Según la tradición recopilada por varios historiadores, los tepanecas constituían una de las siete tribus que iniciaron la migración desde Chicomóztoc (en lengua náhuatl, “en las siete cuevas”; lugar que, según opinión uniforme, se localiza en la actual zona arqueológica de La Quemada, en el estado mexicano de Zacatecas). A los tepanecas correspondió, seguramente por su poderío militar, una de las mejores zonas, donde fundaron su capital, Azcapotzalco.
A la llegada de los españoles a Tenochtitlán, los tepanecas se encontraban sometidos por la Triple Alianza encabezada por los mexicas, no logrando permanecer como grupo étnico, y sólo se tiene referencia de ellos a través de la tradición prehispánica plasmada en diversos códices y documentos recopilados por historiados novo hispanos.
Los Zacatecos (náhuatl: zacatlco, 'habitantes de la tierra donde abunda el zacate’)? Fueron un grupo étnico indígena del norte de México que formó parte de la nación Chichimeca. Ellos radicaban en la mayoría de lo que ahora es el estado de Zacatecas y la parte noreste del estado de Durango. Tienen muchos descendientes directos, pero la mayoría de su cultura y tradiciones se han ido perdiendo con el tiempo. Grandes concentraciones de sus descendientes ahora viven en Zacatecas y Durango y debido a la emigración en grandes ciudades estadounidenses particularmente: Los Ángeles, Dallas, y Chicago.
Principales castas
Mestizo: hijo de español e indígena.
Castizo: hijo de mestizo y española.
Zambo: hijo de africano e indígena.
Mulato: hijo de español y africana.
Morisco: hijo de mulato con española.
Coyote o Cholo: hijo de mestizo e indígena.
Chino: hijo de mulato e indígena.
Cholo es un término usado en algunos países de América Latina, y que generalmente indica el gentilicio de la población de sangre mixta o mestiza, o también de rasgos amerindios.
Estamento es la división de la sociedad que responde a los criterios propios del Feudalismo y el Antiguo Régimen. Los estamentos tienden a ser agrupaciones cerradas, pues se entra en ellos normalmente por las circunstancias del nacimiento, a diferencia de las clases sociales, que se definen por intereses económicos. A pesar de ello, los estamentos no son absolutamente cerrados, a diferencia de las castas, y existe la posibilidad de promoción social por méritos extraordinarios (ennoblecimiento a cargo del rey por servicios militares o de otro tipo, incluso por compra a cambio de dinero), y por matrimonio, aunque las relaciones desiguales son mal vistas socialmente.
El estamento puede recibir también el nombre de estado (como en estado laico y estado eclesiástico), pues se identifica con una característica definitoria e intrínseca a la persona (como el estado civil). También puede denominarse orden, y a la sociedad que se divide según ese criterio se suele llamar sociedad estamental o sociedad de órdenes.

Jaime Chavez

Breve historia del teatro

El lugar de la representación

El teatro clásico griego (siglos VI y V a. C.) tiene como primer marco de representación cualquier lugar cercano al altar de Dionisos, dios del vino y de la fecundidad. Eran las fiestas dionisíacas o bacanales, en las cuales los hombres se cubrían con pieles de macho cabrío y cantaban y bailaban. Los cantos eran dirigidos por el corifeo. Pronto, y ante el éxito que estas manifestaciones literarias y religiosas estaban tomando, se comienzan a construir los primeros edificios destinados exclusivamente al teatro: se trataba de estructuras de piedra semicirculares asentadas sobre la falda de una colina. El lugar de la representación se encontraba en la parte inferior de la construcción. La orkestra estaba destinada a los danzantes y tenía una forma circular interrumpida por la skene, con forma de rectángulo alargado. El escenario, normalmente de madera, se elevaba tres o cuatro metros sobre la orkestra. Para lograr algunos efectos especiales, se utilizaban ganchos, poleas y plataformas.
En el teatro romano (siglos I a. C – I d. C.) se produce la ampliación del escenario a costa de la orquesta, que pierde importancia, y se mejoran los aspectos técnicos referentes a la visibilidad y a la acústica, aunque la estructura del teatro continúa siendo prácticamente la misma, con la única diferencia de que ya no se aprovechan las laderas de las colinas, sino que los teatros son edificios exentos. Tras la decadencia de Roma sobrevienen varios siglos de inactividad teatral y decadencia.

Poco a poco, gracias al impulso de la liturgia católica, el teatro reaparece como conmemoración divina en los altares de las iglesias. Se trataba de representaciones muy sencillas, sin ningún tipo de escenografía, en las cuales eran los propios oficiantes, o los monaguillos, los que representaban pasajes de la Biblia relacionados con festividades religiosas (principalmente Navidad y Semana Santa). Tal éxito obtuvieron estas sencillas representaciones que, a partir del siglo XIV, pasaron a las calles, donde seglares realizaban pequeñas representaciones sobre tablados portátiles, la mayor parte de las veces carros de madera. Los artificios técnicos eran casi inexistentes, aunque poco a poco se fueron perfeccionando.
El Renacimiento italiano redescubre a los grandes autores clásicos grecolatinos: Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes, Menandro, Séneca, Plauto, Terencio... además del manuscrito de Vitruvio titulado De architectura, en el que su autor describe con detalle la arquitectura teatral. El arte teatral se vuelve a desarrollar, y en las representaciones se incorporan decoraciones pintadas, además de una pared al fondo del escenario con puertas y ventanas, que servían como tales o como árboles o montañas, según las necesidades de la obra en cuestión. En España aparecen los corrales de comedias, patios de vecinos en los que, de manera más o menos habitual, se realizaban representaciones. De pie o sentados, delante del escenario, se encontraban los hombres pertenecientes al pueblo llano. En las galerías laterales se situaban los espectadores de más categoría social, sentados. Frente al escenario, en el primer piso de la galería, se encontraba la cazuela, ocupada por las mujeres, y en el segundo piso, la tertulia, donde se situaban los religiosos y los hombres de letras. Poco a poco se fueron perfeccionando los aspectos escenográficos. En el siglo XVIII el teatro posbarroco se mostraba espectacular en cuando a efectos y decorados, aunque vacío de contenidos. Durante la primera mitad del siglo XX se producen las innovaciones técnicas más importantes, con la incorporación definitiva de los efectos de luces y el perfeccionamiento del sonido.