miércoles, 20 de enero de 2010

Engagement I (o cómo todo se hizo un comercial)


Por Darwin Franco
Entre las nuevas formas de comercialización y marketing que Televisa empleará este año se encuentra el famoso engagement, que no es más que la creación de un vínculo emocional entre una marca y el consumidor.Dentro de su Plan Comercial 2010 (http://www.televisaplancomercialtv.com/), la televisora ha impulsado este tipo de estrategia comercial que garantiza, a decir de ellos: “alinear lo que la audiencia quiere con lo que el anunciante necesita”.

Es decir, Televisa supone que lo que la audiencia “necesita” es que atiborren sus programas de publicidad para que el anunciante -ansioso de visibilidad mediática- se vuelva no sólo un anuncio o un spot sino parte integral de los contenidos: un personaje.

Así sucede en la telenovela “Hasta que el dinero nos separe”, en donde la compañía automotriz Ford engalana el elenco con sus modelos 2010; esta telenovela fue diseñada narrativamente para que esta compañía acompañe la trama ficcional.
La telenovela se desarrolla, casi en su totalidad, dentro de una agencia de carros con lo que garantiza que sus personajes -todos vendedores- hagan en lo largo y ancho de los capítulos mención a los beneficios de comprar un automotor americano; pero esto va más allá, pues siguiendo los designios del engagement tanto Pedro Fernández como Itatí Cantoral -protagonistas del teledrama- se encargan de enaltecer los valores institucionales y sociales de esta empresa.

¿Cómo se hace esto? Pues los personajes principales -jefes de la agencia automotriz- tienen juntas periódicas con los vendedores -actores secundarios- en donde no sólo se encargan de poner metas de ventas sino también de presentar los nuevos modelos, las nuevas políticas ecológicas y empresariales de Ford.A decir de Televisa, esta técnica ha hecho que el 48 por ciento de las personas que ven la telenovela -su rating anda en los 28 puntos- tengan mayor confianza en Ford y, por tanto, la vean como la más segura.Con estas cifras, la empresa de Emilio Azcárraga intenta demostrar que no hay nada más importante para su televisora que vender; ya que modificar sus contenidos o ajustar éstos a las necesidades de una marca son las prioridades del corporativo mediático.
Poco importa, entonces, la calidad de los programas que se ofrecen a la audiencia, porque igual ésta los sigue consumiendo o ¿cómo explica que “Hasta el dinero nos separe” sea la telenovela número uno en rating?En 2010, Televisa va por todo, pues su táctica comercial de “resaltar, convencer y conectar”, se plantea inundar todos sus contenidos mediáticos, así que no se espante si al prender el “Canal de las Estrellas” no deja de ver anuncios, pues éstos inundarán desde las telenovelas hasta el futbol -recuerde que es año mundialista-.El engagement vino para quedarse, pues a decir de Cecilia Álvarez, presidenta de comunicación de Ford México, su participación en la telenovela le ha garantizado llegar “al cliente de una manera no intrusiva sino natural, pues el 80 por ciento de la telenovela se lleva a cabo en un distribuidor Ford”, con lo que han incrementado sus ventas entre un 10 y 15 por ciento, menos mal que no es intrusivo hacer de una telenovela un constante comercial.Lo curioso de esta técnica mercadológica es que no sólo se usa para promocionar marcas o empresas, ya que también es empleada como una nueva forma de comunicación social para diversos gobiernos; de este fenómeno daré cuenta en la próxima entrega.

Para mayor detalle consulten este link:

domingo, 17 de enero de 2010

Propósitos mediáticos



Por: Darwin Franco


Empieza un año y sumado a la lista de propósitos he procurado que esta columna funja como un catalizador de los deseos que miles de mexicanos tienen con relación a los medios de comunicación, así que ahí les dejo 12 deseos mediáticos que espero se hagan realidad o, al menos, se acerquen a ella.
1.-Formación de una visión crítica respecto de lo que consumimos en los medios; para que éstos cambien deben evolucionar sus audiencias. Si queremos mejores medios debemos ser más críticos con lo que vemos, escuchamos o leemos. Basta de pasividades.
2.-Legislación que acote los poderes mediáticos y no favorezca la concentración de éstos en las mismas empresas, ni que los beneficie con canonjías tributarias.
3.- Democratización de los medios de comunicación en producción y contenido; que el “derecho a comunicar” sea una verdadera arma ciudadana y no parte del discurso político-mediático.
4.- Valentía para que nuestros políticos no le teman a las pantallas y las afronten aunque esto signifique menos visibilidad mediática. ¡Queremos políticos, no actores de farándula!
5.- Que los comunicadores entiendan la responsabilidad que tienen al construir mediáticamente la historia de nuestros días; que no presenten sólo la versión de quien paga para no ser golpeado o para disimular su incapacidad política. Queremos verdaderos defensores de la libertad de expresión no de la libertad de mercado.
6.- Deseo que no se use la emotividad de la audiencia para disfrazar altruismo con evasión fiscal; no está mal que los medios se vuelvan tribuna para canalizar la ayuda a los sectores vulnerables, lo que es lamentable es que no se digan los verdaderos fines de sus campañas altruistas.
7.-Pido que se disminuya la exacerbada comercialización y espectacularización que se hace de los contenidos mediáticos. Muchos estamos hartos de que se haga creer que de la suerte de la Selección depende el futuro del país o de que la tranquilidad de nuestros días está en vilo porque Alejandra Guzmán será operada del trasero.
8.- Exigir que los programas de televisión contengan leyendas que anuncien a sus televidentes que dentro de su contenidos serán exhibidos diversidad de productos, servicios e, incluso, programas sociales. Uno no puede ver un programa sin que en éste se anuncien -dentro del contenido- por lo menos un par de marcas.
9.- Que los gobiernos entiendan que las únicas acciones que pueden darles dividendos políticos son las que realizan en pro de la gente y no aquéllas en donde se muestran ante los medios como los “nuevos mesías”.
10.- Urge una regulación en lo gastos destinados a la comunicación social de los gobiernos y transparencia para que se dé a conocer lo que han gastado diversos gobiernos y políticos.
11.- La aprobación de las concesiones a las radios y televisiones comunitarias, en zonas urbanas, indígenas o rurales, que llevan más de 15 años detenidas por los intereses de los grandes corporativos.
12.- Que la brecha digital, considerada una nueva medición de la pobreza, no se combata incrementando los impuestos a las telecomunicaciones sino creando programas que lleven éstas a todo México.Éstos son apenas unos cuantos deseos de los muchos que yo y usted podríamos colocar en una larga lista de exigencias e injusticias que tenemos respecto de los “medios con lo que nos tocó vivir”.¡Salud!, para todos en este largo y esperanzador año 2010.