jueves, 18 de febrero de 2010

¿Información que cura?


Darwin Franco Migues

Seguramente ya habrá notado que, desde hace algunos meses, las pantallas de Televisa están inundadas de comerciales de medicamentos; no hay un bloque publicitario en donde no se anuncien productos para eliminar las imperfecciones de la piel, la gastritis, la gripa, la migraña o la impotencia sexual.
Más allá del peligro que conlleva la “automedicación”, la televisión mexicana se ha convertido no sólo en su principal promotor sino también en un médico de cabecera que orienta a las personas sobre los “cuidados y productos” que deben tomar para prevenir y combatir diversas enfermedades.Un ejemplo claro es lo que Televisa hace con sus cápsulas de “Información que cura”, en donde la eterna Lolita Ayala -con todo y flor- da consejos prácticos para prevenir diversas enfermedades, llámese a éstas caspa, acné, migraña, reflujo, malestar estomacal; sin embargo, el consejo no es del todo humanitario, pues basta analizar la cápsula para entender qué es en realidad lo que nos están vendiendo.
En cualquiera de sus formas, la cápsula da una definición médica de la enfermedad para proseguir con las siempre contundentes estadísticas; por ejemplo: “el 46 por ciento de los jóvenes son rechazados en una cita, producto del acné”; posteriormente “Lolita” da algunos consejos sobre cómo cambiar hábitos alimenticios o hacer ejercicio para rematar con uno muy noble: “también existen productos naturales que pueden ayudar a disminuir los granos y las espinillas” y si quedaba duda sobre qué tipo de producto, la cápsula incluye un spot de la marca que cura el mal: Ascepxia.Pero ése no es el único negocio en donde Televisa y la industria farmacéutica están asociados, pues desde el lanzamiento de los medicamentos de “Primer Nivel por tu salud”, ésos que están 85 por ciento más baratos, las pantallas de Televisa se han promovido de forma exacerbada la compra estos medicamentos; en primera, porque son más baratos, y, en segunda, porque tienen la misma patente (fórmula química registrada que permite a un laboratorio o marca explotar por algún tiempo el descubrimiento) que los medicamentos caros; es decir, “tontamente” al sufrir un mal nosotros sólo compramos la medicina por la marca o nombre y no por el ingrediente activo.Lo cierto es que detrás de esta impulsiva promoción se encuentra el convenio publicitario entre Genomma Lab y Televisa, acción que, a decir de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), viola diversos requerimientos en la información que se brinda de estos medicamentos; por ejemplo, éstos no cuentan con el respaldo de 30 laboratorios -como presumen en los spots- pues la propia Canifarma rechazó y demandó a los productos de “Primer Nivel”; otra irregularidad es que éstos no son nuevos, pues en realidad son los mismos que ya se vendían en farmacias de genéricos -como las del Dr. Simi- sólo que en un bonito empaque morado.Genomma Lab tiene diversas demandas y bloqueos comerciales a sus productos -principalmente en Europa- porque ofrecen remedios maravillosos sin las debidas pruebas científicas; sin embargo, este laboratorio aprovecha un hueco legal en la legislación de salud mexicana, pues a decir de ésta no es necesario que los suplementos alimenticios, cosméticos, productos higiénicos o la medicina herbolaria cuenten con un estudio clínico, pues basta con que no contengan alguna substancia nociva para entrar al mercado.
Genomma Lab realiza productos como: Asepxia, Bengue, Cicatricure, Dalay, Genoprazol, Goicoechea, Goicotabs, Nikzon, Pointts, Silka Medic, Shot B y X-Ray, curiosamente todos aquéllos que promueve Lolita Ayala en sus cápsulas.No hay duda lo que se promueve en la “tele” es información que cura, pero las finanzas y la voracidad de consorcios mediáticos y farmacéuticos que condicionan la salud de los mexicanos al vender y promocionar productos de “inferior nivel”.

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