martes, 23 de marzo de 2010

¡Yo no pago para que me peguen!


Darwin Franco Migues

El regaño público que el presidente Felipe Calderón le dio a los medios de comunicación por andar publicando de “a gratis” las narcomantas cuando a él y a las empresas les “cuesta millones” salir en la primera plana, revive aquel dicho presidencial de López Portillo: “No pago para que me peguen”.
La gran diferencia entre aquel dicho y el berrinche o llamada de atención calderonista es que el énfasis no está tanto en el golpeteo político sino en la escasa visibilidad que recibe éste de sus acciones -a pesar de pagarlas- en comparación con la exacerbada promoción -gratuita- que reciben los narcotraficantes para mandar en una manta un mensaje dirigido de “fulano para zutano”, según afirmó el Presidente en Mérida, Yucatán, el 25 de febrero pasado.
Lo comentado por Felipe Calderón abre varias vías de análisis que bien podrían ser formuladas a manera de preguntas que atañen tanto a los gobiernos como a los medios de comunicación:¿Por qué habría de pagar la Presidencia para que sus acciones fueran difundidas, que acaso éstas no son del todo eficientes para encontrar eco en los medios por sí mismas? ¿Cuánto millones paga el gobierno por las primeras planas y en qué le beneficia? ¿Con quién y cómo se negocian esos millones? ¿Quién no saca a Calderón en primera plana o en los titulares televisivos o radiofónicos para que éste se ande quejando “por no salir en la de ocho”? ¿Por qué los medios aceptan la paga cuando se supone que su labor es informar a la sociedad? ¿Cuánto cobran para matizar la realidad del país o colocar “alegremente” la visión del gobierno? ¿Qué medios son los que ponen precios a sus titulares y cuáles son los que se entregan a cambio de las dádivas presupuestales? ¿Por qué publicar los narcomensajes como un hecho de relevancia informativa? ¿Qué consecuencias tiene que un medio sirva de canal para que los narcotraficantes multipliquen exponencialmente sus amenazas? ¿Por qué las narcomantas se publican sin ofrecer el contexto de violencia social que permea a los lugares donde éstas aparecen?Pensando las declaraciones en este contexto, al parecer no es un hecho que sucede “allá en un pueblo lejano” como mencionó Calderón, pues resulta que ese pueblo también es México; como tampoco se trata simplemente de un mensaje de “fulano para zutano” porque de ser así Felipe Calderón sería “zutano” y los múltiples “fulanos” serían los grupos delictivos que en mantas denuncian que éste y su Ejército cuidan y defienden a “El Chapo” Guzmán y sus territorios.
Lo que quiero resaltar, más allá de las declaraciones del Presidente, es la creciente necesidad social de “estar en los medios”, el no estar ahí es sinónimo de invisibilidad o inactividad por eso el gobierno, las instituciones sociales y criminales buscan marcar sus territorios en lo mediático por eso “pagan o matan” porque estar ahí les da voz, publicidad o presencia.No hay nada más lamentablemente cierto que saber que -en la actualidad- pocas cosas o hechos pueden entenderse fuera de los medios de comunicación.

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