miércoles, 23 de enero de 2008

EL SALARIO


POR : Mayra Esbeidy Laguna Cisneros
DAVID RICARDO:

La mano de obra, al igual que las demás cosas que se compran y se venden, y que pueden aumentar o disminuir en cantidad, tiene su precio natural y su precio de mercado.

El precio natural de la mano de obra es el precio necesario que permite a los trabajadores, uno con otro, subsistir y perpetuar su raza, sin incremento ni disminución.
Por tanto este precio natural de la mano de obra depende del precio de los alimentos, de los productos necesarios y de las comodidades para el sostén del trabajador y de su familia. Al aumentar el precio de los alimentos y de los productos esenciales, el precio natural de la mano de obra aumentará; al disminuir el precio de aquellos, bajará el precio natural de la mano de obra..
Con el progreso de la sociedad, el precio natural de la mano de obra tiende siempre a aumentas, porque uno de los principales bienes que regula su precio natural tiene tendencia a encarecer, debido a la mayor dificultad para producirlo. Sin embargo, así como las mejoras agrícolas, el descubrimiento de nuevos mercados, de los cuales pueden importarse las provisiones, vienen a contrarrestar, por un tiempo, la tendencia ascendente del precio de los productos de primera necesidad, y a ocasionar a veces una reducción de su precio natural, así también las mismas causas producirán los efectos correspondientes sobre el precio natural de la mano de obra.
Con el progreso de la sociedad, el precio natural de la mano de obra tiende siempre a aumentar, porque uno de los principales bienes que regula su precio natural tiene tendencia a encarecer, debido a la mayor dificultad para producirlo.
El precio natural de todos los bienes, salvo el de los productos primos y el de la mano de obra, tiende a disminuir al progresar la riqueza y la población, pues aunque, por una parte, aumentan en su valor real, debido al aumento en el precio natural de las materias primas con que se elaboran, están más que compensados por las mejoras en la maquinaria, por una mejor división y distribución de la mano de obra, y por la creciente habilidad, tanto científica como industrial, de los productores.

El precio de mercado de la mano de obra es el precio que realmente se paga por ella, debido al juego natral de la proporción que existe entre la oferta y la demanda; la mano de obra es costosa cuando escasea, y barata cuando abunda. Por más que el precio de mercado de la mano de obra se desvíe de su precio natural, tiende, al igual que los bienes, a conformarse con él.
Cuando el precio de mercado e la mano de obra excede su precio natural, la condición del trabajador es floreciente y dichosa.
Por el contrario, cuando los salarios elevados estimulan el crecimiento de la población, crece el número de trabajadores, los salarios caen nuevamente hasta su precio natural y a veces, debido a una reacción, se sitúan a un nivel todavía inferior al primitivo.
Cuando el precio de mercado de la mano de obra es inferior a su precio natural, la condición de los trabajadores es de lo más mísera.
En conclusión el precio natural de la mano de obra que siempre dependerá del precio de los alimentos, vestidos y otros artículos de primera necesidad, aumentará; y en el segundo caso permanecerá estacionario o disminuirá; pero en ambos casos aumentará la tasa de mercado de los salarios, porque el incremento de la demanda de mano de obra será proporcional al incremento de capital; la demanda de los que tendrán que realizar el trabajo correspondiente estará en proporción a dicho trabajo.
Así pues, con cualquier mejora de la sociedad, con cualquier incremento en su capital, aumentarán los salarios de mercado de la mano de obra, pero la permanencia de ese aumento dependerá de si aumentó también el precio natural de la mano de obra, ello a su vez, dependerá del aumento en el precio natural de aquellos productos indispensables en los que se gastan los salarios del trabajador.

Independientemente de las variaciones que sufre el valor de la moneda, (que forzosamente afectan a los salarios en dinero) resulta que los salarios están sujetos a alzas o bajas debido a dos causas:
Ø Oferta y demanda de mano de obra
Ø El precio de los bienes en que el obrero gasta su salario.

Hallándose sujetos a las regulaciones de la oferta y la demanda, los salarios tendrán una tendencia a la baja por el progreso natural de la sociedad; en consecuencia la oferta de trabajadores continuará aumentando a la misma tasa, mientras que su demanda aumentará a una tasa más baja.
Al aumentar la población, los artículos necesarios aumentarían continuamente de precio, puesto que será necesario emplear una mayor cantidad de mano de obra para producirlos. En este caso si bajaran los salarios monetarios de los obreros, mientras aumenta el precio de todos los bienes en que se gastan los salarios, el obrero se vería doblemente afectado y privado pronto de toda subsistencia. Por el contrario, si bajaran los salarios monetarios de los obreros, aumentarían los precios, pero no en una proporción suficiente para permitir al obrero procurarse muchos bienes necesarios y muchas comodidades.
Resulta entonces, que aun cuando el obrero reciba una remuneración menor, ese aumento de su salario disminuirá necesariamente las ganancias del fabricante, pues sus bienes no serian vendidos a precios más altos, aunque, por otra parte, aumentaría el costo de producción.
Por tanto la misma causa que hace crecer la renta, o sea la creciente dificultad de proveerse de una cantidad proporcional de trabajo, elevará también los salarios; por consiguiente, si el dinero tuviera un valor invariable, tanto la renta como los salarios tendrían una tendencia al alza, junto con el aumento de las riquezas y de la población.



(PRINCIPIOS DE ECONOMÍA POLÍTICA Y TRIBUTACIÓN)






ESCUELA CLÁSICA

ADAM SMITH

“El producto del trabajo constituye la recompensa natural, o salario del trabajador”.
Se entiende por salario del trabajo aquella recompensa que se otorga cuando el trabajador es una persona distinta del propietario del capital que emplea al obrero. Los salarios del trabajo dependen generalmente del contrato concertado por lo común entre estas dos partes.
El hombre ha de vivir de su trabajo y los salarios han de ser, por lo menos, lo suficientemente elevados para mantenerlo; es indispensable que gane algo más que el sustento ya que sería imposible mantener una familia y la raza de esos trabajadores no pasaría de la primera generación.
La demanda de quienes viven de su salario no se puede aumentar sino en proporción al incremento de los capitales que se destinan al pago de dichas remuneraciones.
En consecuencia, le demanda de mano de obra asalariada aumenta necesariamente cone le incremento del ingreso y el capital de la s naciones, y no puede aumentar sino en ese caso. El aumento del ingreso y del capital es el incremento de la riqueza nacional. En consecuencia, la demanda de ese tipo de obreros aumenta de una manera que pudiéramos llamar natural con el incremento de la riqueza nacional, y no puede subir sino existe ese aumento.
Lo que motiva el alza de los salarios, no es la magnitud real de la riqueza de la nación, sino su continuo incremento. Por lo tanto donde los salarios son más altos es en los países más laboriosos o en los que más rápidamente se enriquecen.
Si el precio en dinero del trabajo es más alto que en cualquier otra región, el precio real, o sea la facultad efectiva de disponer de las cosas necesarias y útiles para la vida del trabajador, tiene que ser más alto y aún en mayor proporción.


El keynesianismo y su postura ante el salario.
En lo que respecta el proponía la reducción de salario como un medio más de inversión y que a su vez se podía aumentar el capital del empresario.
Para Keynes la reducción del salario también funcionaba como una forma de estimular al el obrero en su forma de producción, la explicación que este tenía, en que la reducción de los salarios, estimula la ceteris paribus la demanda al hacer bajar los precios de los productos acabados, y aumentara, por lo tanto la producción y la ocupación hasta el punto en que la baja que los obreros han convenido aceptar en sus salarios nominales quede compensada precisamente por el descenso de la eficiencia marginal del trabajo a medida que se aumente la producción (J. M Keynes pp. 227 )

En lo que respecta a la primera postura que muestra Keynes es simplemente la imposición de un sistema de castigo hacia los obreros, en el cual la primera consigna que tiene el mismo es la explotación al máximo de la fuerza de trabajo, por el mínimo pago. Mientras que para los empresario esta disposición muestra nuevos horizontes para invertir el posible capital ahorrado producido por este sistema.

La estimulación de esta medida aportada por Keynes seria la baja de precios en los productos, esto ocasionara un nuevo equilibrio en el mercado impulsado por el bajo consto en la mano de obra del mismo capital obrero.

Keynes propone un método de análisis para su planteamiento este consiste en lo siguiente:

1) Una reducción en los salarios nominales ¿tiende directamente, ceteris paribus, a aumentar la ocupación, queriendo decir que por ceteris paribus que la propensión a consumir, la curva de la eficiencia marginal del capital y la tasa de interés son las mismas que antes para la comunidad en conjunto?
2) ¿tiende probablemente una reducción en los salarios nominales a afectar a la ocupación en un sentido particular a través de sus repercusiones ciertas o probables sobre estos factores?

Una de las principales hipótesis que plantea Keynes de forma muy burda e inocente (a mi parecer), es que la baja de salarios nominales aumentara la ocupación “porque reduce el costo de producción”, seguir el curos de los acontecimientos según la idea más favorable para los empresarios es que este principio funcione de buena manera y que tenga un efecto de reducción en los salarios nominales.

Pero la pregunta es ¿lograran en realidad los empresarios aumentar sus ganancias? Keynes la responde de esta forma: solamente si la propensión marginal a consumir de la comunidad se igual a uno, de manera que no haya una brecha entre el aumento de los ingresos y el del consumo, lo que ocurrirá únicamente en saco de que la curva de la eficiencias marginales del capital haya aumentado relativamente a la tasa de interés.


Para la implantación de este modelo keynes analizo tres de las posibles causas negativas del modelo que presenta:

1) Una baja de los salarios nominales reducirá algo los precios acarreara, por tanto, cierta redistribución de los ingresos reales.
a) De quienes perciben salarios a otros factores que entren en costo primo marginal y cuya remuneración no haya sido reducida
b) De los empresarios a los rentistas, a quienes se ha garantizado cierto ingreso fijo en términos monetarios.
Los posibles efectos que en estos elementos recaerían, seria: la transferencia
De los ingresos de quienes perciben salarios a otros factores probablemente tendería a la reducción. Mientras que de los empresarios a los rentistas este transferencia seria de modo más dudoso, pero que a final de cuentas estas dos entes sociales representan la sección más rica.

2) Si se refiere al sistema no cerrado y a la baja de los salarios nominales; es una reducción relativamente a los salarios nominales, en el exterior cuando ambos se convierte en unidad como es evidente que el cambio será favorable a la inversión ya que tendera a aumentar el saldo en la balanza comercial.
3) En el caso de un sistema no cerrado, es probable que una reducción de los salarios nominales, aunque aumente la balanza comercial favorable, empeore la relación de intercambio. Por tanto, habrá una reducción en los ingresos reales, excepto por los que hayan sido empleados recientemente.
4) Si se espera que la baja de los salarios nominales se una reducción relativamente a los salarios nominales en el futuro el cambio será favorable a la inversión.
5) La reducción en la nomina de los salarios acompañada por cierto descenso en los precios y en los ingresos monetarios, en general encontrara la necesidad de efectivo para el consumo y para los negocios, abrirá en consecuencia un pro tanto, la curva de preferencia de liquidez de la comunidad en conjunto.


Pues bien estas propuestas extraídas del análisis keynesiano nos muestra una panorámica del inicio del capitalismo caníbal, mediante el cual los empresarios pretenden hacer crecer su capital explotando la mano de obra barata, a la vez este capital recuperado, lo pretenden invertir, al abrir más plazas laborales en sus empresas, el punto que se defiende principalmente en el uso de este modelo es que se pude llegar a una población si no totalmente empleada si con grandes índices de población laboralmente activa.



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